dimecres, 30 de març del 2022

Vox suprime las primarias para elegir los Comités Ejecutivos Provinciales. En la asamblea telemática del viernes 1 de abril, a la que no asistirán los afiliados, se convalidará "a la búlgara" el cambio de estatutos que otorga todos los poderes la Ejecutiva Nacional. Si hace 3 años Vox realizó la asamblea el 23-F, hace 2 el 8-M, en fin de semana, ahora la hacen telemáticamente el viernes sin afiliados, para que coincida con el Día de la Victoria

La propuesta de modificación de estautos que Vox somete a votación telemática, sin posibilidad de hacer enminedas a los afilados de cara a la Asamblea General Ordinaria, que por primera vez se celebra en día laborable, el próximo viernes 1 de abril, para hacerlo coincidr con el franquista Día de la Victoria, suprime la elección por parte der los afiliados de los miembros del Comité Ejecutivo Provincial. Si en 2019 ya suprimió las primarias para elegir a los miembros de las listas electorales, ahora elimina la posibilidad de elegir a los miembros de la ejecutivas provinciales. 

La Asamblea Anual Ordinaria que siempre había realizado en sábado y/o domingo, con presencia de cientos o miles de afiliados que ciertamente votaban de manera telemática los días anteriores, pero este año se realiza por primera vez en día laborable. El pasado año fue telemática por la pandemia y este año, ya sin la excusa de la Covid se hace de nuevo sin presencia de afiliados que deberán seguirla por el canal de Youtube.Si hace tres años Vox la realizó en fin de semana, coincidiendo con el 23-F, y hace dos en 8-M, para criticar en los parlamentos el "aquelarre feminista". Ahora crecidos por la entrada en el gobierno en Castilla y León y confiados de un posible sorpaso al PP, la hacen en viernes para que coincida con el Día de la Victoria que se celebraba durante el franquismo para conmemorar la victoria de Franco frente al gobierno legítimo de la República. 

 

Nuevo redactado del artículo 15, 2-3 de los estatuos que otorga al Comité Ejecutivo Nacional la elección y nombramiento de los presidentes de los Comités Ejecutivos Provinciales y de Ciudades Autónomas.           


Artículo 23 de los estautos vigente hasta el viernes, que establecía que los presidentes de los Comités Ejecutivos Provinciales (CEP) y de ciudades autónomas (CECA) y sus equipos serían elegidos por los afiliados

 



Nuevo redactado del artículo 23 de los estautos en que ha desaparecido que los afiliados elegían al Comité Ejecutivo Provincial (CEP) o de ciudad autonoma  (CECA) 



dissabte, 26 de març del 2022

VOX TRAS ENTRAR EN EL GOBIERNO DE CASTILLA y LEÓN SACA PECHO EL 1 DE ABRIL, "DÍA DE LA VICTORIA". Convoca la Asamblea General para realizarla telemáticamente el viernes 1 de abril por la mañana sin presencia de afiliados ni cargos públicos. Ya hacía tres años que las votaciones se realizaban telemáticamente los días anteriores, y se aprobaban por aclamación a la búlgara delante de cientos de cargos públicos y afiliados, pero siempre se realizaban en sábado y domingo. El año pasado por la pandemia se hizo telemática, y este año, ya sin restricciones se repite el sistema pero en día laborable. Si en 2019 se realizó el sábado 23-F, lo que generó comentarios, y en 2020 el 8 de marzo, ahora la realizan un viernes, el dia que durante la dictadura se conmemoraba la victora del general Franco

         



                                                     

 (Actualizado, miércoles 30 de marzo: En las propuestas a votar telemáticamente, a las que no se puede presentar enmiendas, se establece la supresión de la elección por parte de los militantes de los Comités Ejecutivos Provinciales, que a partir de ahora los designará el Comité Ejecutivo Nacional)

Por primera vez en su historia Vox realiza su Asamblea General Ordinaria en un día laborable, el próximo viernes 1 de abril, y además exclusivamente de manera telemática. Si bien desde hacia tres años las votaciones se hacían telemáticamente los días anteriores sin posibilidad de plantear ni defender enmiendas, todas las asambleas se realizaban en sábado o sábado y domingo, con  miles de afliados presentes y aclamación a la búlgara de los puntos del orden del día, fueran cambios de estatutos, de miembros de Comité Ejecutivo Nacional (CEN) o de las cuentas del año anterior. Y en dichas asambleas posteriormente delante de cientos o miles de afliados Santiago Abascal, Javier Ortega Smith, Jorge Buxadé o Rocío Monasterio hacían sus parlmentos.  

Así se hizo en la asamblea del 23 de febrero de 2019, fecha que generó comentarios sobre si la coincidencia del 23-F era o no casual, en la que se suprimieron las primarias provinciales para la elaboración de lista electorales. Y en la del fin de semana del 7 y 8 de 2020, en la que el CEN se dotaba de los poderes para disolver todas las ejecutivas provinciales y nombrar comisiones gestoras, y también para disolver gestoras y nombrar un gestor provincial. Que coincidiera con el 8 de marzo, día que se celebraban multitudinarias manifestaciones feministas en España y ese mismo día la dirigente de Vox, Rocío Monasterio aprovechar su  intervención en la Asamblea para calificar dichas manifestaciones de "aquelarre" y a la vez denunciar "los chiringuitos de la ideologia de género subvencionados" por "el consenso progre", tampoco fue casual. En la de 2020 celebrada en el Palacio de Vistalegre, justo antes de la pandemia, miles de  personas aclamaron a Santiago Abascal, si bien todo ya se había votado telemáticamente y no se permitió acceder al recinto a los miembros del sector crítico, liderado por el canario Carmelo González.

El pasado año 2021, con motivo de la pandemia Vox celebró telemáticamente su Asamblea General el sábado 10 de abril, con la presencia en la sala únicamente de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), mientras otros cargos del partido lo seguían o intervenían por videoconferencia y los afiliados que habían votado telemáticamente días antes, la seguían por la retransmisión en directo por el canal de Youtube. 

 

(Convocatoria de la asamblea del año pasado en plena pandemia)

 

Pero este año, sin restricciones de aforo se vuelve a realizar exclusivamente telemáticamente sin presencia de afiliados y además, por primera vez en día laborable. Y a seis días de la misma todavía no se ha colgado en la web el orden del día con los temas a tratar y puntos que deben ser votados telemàticamente por los afiliados antes del jueves. Vox la realiza el viernes 1 de abril, día que el franquismo celebraba la conmemoración de la derrota de la República Española y la victoria del general Franco. ¿Se ha elegido ese día como una provocación ahora que Vox aspira a dar el sorpaso al PP y el candidato de Vox, Juan García Gallardo ya ha conseguido la vicepresidencia de la Junta de Castilla y León?  Es para insinuar que igual que Franco ganó la guerra y declaró Día de la Victoria el 1 de abril, estan ellos a punto de hacerse con la victoria en España como el hizo Franco con su histórico parte de guerra:

 En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.

El Generalísimo Franco
Burgos, 1° Abril 1939, Día de la Victoria

                           



                                

dimecres, 23 de març del 2022

SÁNCHEZ, DE CRIMEA AL SÀHARA. Analitzo al Punt Avui el posicionament de Pedro Sánchez en favor de Marroc en el conflicte del Sàhara

 

 Xavier Rius Sant, El Punt Avui, dimecres 23 de març de 2022

Llegir l'article al Punt Avui

Discrepo dels que diuen que el govern espanyol ha canviat de posició en el conflicte del Sàhara, perquè des que el Marroc va començar a obstaculitzar el 1996 el pla de l’ONU per fer un referèndum, Espanya mai havia volgut incomodar-lo. Un Marroc que podia qüestionar l’espanyolitat de Ceuta i Melilla, els acords de pesca, tenia l’aixeta del flux de migrants, i la col·laboració del qual era necessària per combatre el terrorisme gihadista.

Quan Espanya es va desentendre del territori el 1975 va començar una guerra que es va aturar amb la Resolució 690 del Consell de Seguretat del 1991, que establia que els sahrauís es pronunciarien amb un referèndum fet per l’ONU sobre si volien ser independents o part del Marroc. El pla desplegava una missió, la MinursoI, que va fer el cens en què es van incloure unes 80.000 persones residents als camps de refugiats de Tindouf o al territori ocupats pel Marroc. Però aquí es va estancar tot perquè Rabat va exigir que s’incloguessin els marroquins desplaçats cap al Sàhara a partir del 1976. El secretari general de l’ONU, Kofi Annan, va enviar el 1997 l’exsecretari d’estat nord-americà James Baker per desencallar-ho. I després d’un infructuós pla Baker I, es va aprovar el pla Baker II, acceptat pel Front Polisario, pel qual mantenint-se inicialment el territori en mans del Marroc, retornarien els refugiats de Tindouf i s’atorgaria una administració autònoma. I al cap de quatre anys se celebraria un referèndum en el qual podrien votar tots els residents al territori. Però llavors el nou rei Mohamed VI s’hi va oposar, ja que es donava la paradoxa que molts dels fills dels colons marroquins també apostaven per la independència. 

En aquells anys vaig entrevistar tres vegades per a l’Avui el president del Front Polisario i la República Àrab Sahrauí, Mohamed Abdelaziz, i se’m queixava que Espanya havia abandonat el seu paper com a potència que legalment encara en tenia la sobirania. I tan cert que diputats i regidors de tots els colors anaven als campaments de Tindouf a mostrar la seva solidaritat, tant els governs del PP com els del PSOE donaven l’esquena a la celebració del referèndum. Perquè la posició del govern de torn era dir que la solució més realista, amb un referèndum improbable o amb una negociació factible, havia de ser un Sàhara amb autonomia dins del Marroc. Però amb això el Marroc no en tenia prou. I després que Trump va reconèixer la marroquinitat del Sàhara, va empènyer milers de joves a saltar cap a Ceuta com a resposta al fet que el líder del Polisario, Brahim Ghali, estava hospitalitzat a Espanya. Però resulta incomprensible que Pedro Sánchez hagi enterrat el referèndum en plena guerra d’Ucraïna, no només perquè ha incomodat Algèria, necessària per garantir el gas, o pel fet de ser mal moment per legitimar annexions com la de Crimea, sinó sense el vistiplau del Polisario i  amb Rússia membre del Consell de Seguretat sembla difícil que s’aprovi una resolució que liquidi el referèndum.



divendres, 18 de març del 2022

Entrevista que em fa Jordi Basté al Món de RAC1 sobre la participació de la ultradreta i de Vox a la vaga de transportistes

 Aquest matí he intervingut al programa El Món de RAC1 de Jordi Basté, que m'ha preguntat per la implicació de la ultradreta en la vaga de transportistes Clica aquí per escoltar-ho

 




Clica per escoltar l'entrevista.

REFUGIATS QUE ARA SÍ PODEM ACOLLIR. El que no va ser possible al 2015 i 2016, acollir de manera àgil sense incrementar el patiment als refugiats que fugien de la guerra de Síria, ara ha estat possible. Hi ha diferències d'altres crisis: No han tingut temps de començar el dol, donat que fa un mes no imaginaven que hi hauria invasió. Donada la devastació, moltes no podran tornar i les dones reagruparan als seus marits

                              


Xavier Rius Sant, El Triangle 18 de març de 2022 

El que no va ser possible al 2015 i 2016, acollir de manera àgil sense incrementar el patiment als refugiats que fugien de la guerra de Síria i altres conflictes bèl·lics, que arribaven a la Unió Europea per Grècia des de Turquia, ara sí que està sent possible amb els milions de persones, que venen fugint de la invasió russa d’Ucraïna. El 2016 Brussel·les va proposar repartir entre els diferents estats de la Unió 120.000 refugiats per alliberar la pressió a Alemanya que en va acabar acollint prop d’un milió. I llavors, uns sense embuts de paraula, altres amb els fets, gairebé tots els estats s’hi van oposar. A Espanya n’hi tocaven 14.931, la majoria dels quals no van venir.

L’agost de 2015, quan ja n’havien arribat a Europa 292.0000 i es calculava que a finals d’any s’arribaria al mig milió, el llavors màxim responsable de l’ACNUR, l’agència de l’ONU pels refugiats, Antonio Guterres, afirmava que la Unió Europea amb cinc cents milions d’habitants podia assumir sense cap mena de problemes mig milió de refugiats que significava l’u per mil de la seva població. Però no va ser possible. Els països de l’anomenat Grup de Visegrad format per Hongria, Polònia República Txeca i Eslovàquia s’hi van negar d’entrada. Altres com Espanya o Itàlia donaven llargues i argumentaven que ja acollien als que arribaven en pastera des del nord d’Àfrica. I finalment va ser Alemanya que es va quedar amb la majoria, més enllà del fet que molts refugiats volien anar a Alemanya, França, Bèlgica o Holanda perquè era on hi tenien familiars o coneguts. Ningú volia quedar-se a Grècia, Romania o Hongria.

Després d’aquesta crisi del 2015 i 2016 la Unió Europea es va empantanar en discussions si calia o no modificar el Reglament de Dublín. Reglament que estableix que és el primer país de la Unió que el demandant d’asil trepitja o arriba l’encarregat de tramitar la petició de protecció internacional i fer-se’n càrrec fins que en sis mesos o en dos anys es resolgui la seva sol·licitud. I mentrestant milers de demandants d’asil es quedaven retinguts indefinidament a Lesbos i altres illes gregues on encara molts continuen.

Les discussions a la Unió Europea sobre modificar o no el Reglament de Dublín van quedar aturades sobtadament amb l’arribada fa dos anys del cigne negre, o fet imprevist que ho capgira tot, de la pandèmia. I al menys el primer any de Covid es va frenar de cop l’arribada de migrants i demandants d’asil. I ara que s’esvaïa la Covid a Europa, es deia que aprendríem la lliçó o avís de la natura, mentre economistes, antropòlegs i epidemiòlegs repetien que els humans només evitaríem l’extinció de l’espècie canviant de paradigma i anant cap a un desenvolupament diferent. Però mira per on, de sobte ha arribat un segon cigne negre o fet inesperat amb la invasió d’Ucraïna per part de Rússia, i un nou fluxe bíblic de refugiats. I la supervivència de l’espècie humana o una devastació global no perilla ja a dos segles vista pel nostre model de desenvolupament, sinó a un mes vista per les decisions que pot prendre Vladimir Putin si es veu acorralat i prem el botó nuclear.

Però allò que va ser impossible pels que fugien de l’Estat Islàmic, la guerra civil a Síria i també de la devastació que l’exèrcit rus feia per evitar la derrota de Baixar al Assad, sí que ha estat possible pels milions d’ucraïnesos. No només perquè els països abans més reacis a rebre refugiats, els del Grup de Visegrad —Eslovàquia, Hongria, Polònia i la República Checa— ara els hi obren la porta. Sinó perquè la Unió Europea ha activat un mecanisme de protecció internacional ja previst en la legislació comunitària per acollir i donar immediatament papers i permís de treball als que arriben d’Ucraïna. Uns refugiats que més enllà que ara sí que se‘ls vol perquè son rossos i cristians, tenen unes diferències a tenir en compte a l’hora de gestionar la seva acollida. No em refereixo només a que són dones, nens i gent gran. Em refereixo que són persones que no han fet el dol. Que fa un mes pensaven on anirien de vacances aquest estiu ara que s’acabava la pandèmia i si potser compraven un cotxe nou. I no ens enganyem, donada la devastació que està provocant Putin, la majoria no tindran cases on tornar. I molts de qui la seva casa no acabi destruïda es trobaran que tampoc serà fàcil el retorn perquè haurà estat ocupada per ucraïnesos que no van marxar. Així que no ens enganyem, si la guerra no acaba ja, la majoria d’ucraïnesos que ara arriben no podran tornar a viure al seu país.

 



Refugiados que ahora sí podemos acoger

 Xavier Rius Sant, El Triangle 18 de marzo de 2022 

 Leer en El Triangle

Lo que no fue posible en 2015 y 2016, acoger de forma ágil sin incrementar el sufrimiento a los refugiados que huían de la guerra de Siria y otros conflictos bélicos, que llegaban a la Unión Europea por Grecia desde Turquía, ahora sí que está siendo posible con los millones de personas, que vienen huyendo de la invasión rusa de Ucrania. En 2016 Bruselas propuso repartir entre los diferentes estados de la Unión a 120.000 refugiados para liberar la presión en Alemania que acabó acogiendo cerca de un millón. Y entonces, unos sin disimularlo en sus expresiones públicas, otros con los hechos, casi todos los estados se opusieron. A España le tocaban 14.931, la mayoría de los cuales no vinieron.


En agosto de 2015, cuando ya habían llegado a Europa 292.0000 y se calculaba que a finales de año se llegaría al medio millón, el entonces máximo responsable de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, Antonio Guterres, afirmaba que la Unión Europea con quinientos millones de habitantes podía asumir sin problemas medio millón de refugiados que significaban el uno por mil de su población. Pero no fue posible. Los países del llamado Grupo de Visegrado formado por Hungría, Polonia República Checa y Eslovaquia se negaron de entrada. Otros como España o Italia daban largas y argumentaban que ya acogían a quienes llegaban en patera desde el norte de África. Y finalmente fue Alemania quien se quedó con la mayoría, más allá de que muchos refugiados querían ir a Alemania, Francia, Bélgica u Holanda porque era donde tenían a familiares o conocidos. Nadie quería quedarse en Grecia, Rumanía o Hungría.

Tras esta crisis de 2015 y 2016 la Unión Europea se empantanó en discusiones sobre si era necesario o no modificar el Reglamento de Dublín, reglamento que establece que es el primer país de la Unión que el demandante de asilo pisa o llega el encargado de tramitar la petición de protección internacional y hacerse cargo de ella hasta que en seis meses o en dos años se resuelva su solicitud. Y mientras tanto miles de solicitantes de asilo se quedaban retenidos indefinidamente en Lesbos y otras islas griegas donde todavía siguen muchos.

Las discusiones en la Unión Europea sobre modificar o no el Reglamento de Dublín quedaron paradas repentinamente con la llegada hace dos años del cisne negro, o hecho imprevisto que le da la vuelta todo, de la pandemia. Y al menos en el primer año de Covid se frenó de repente la llegada de migrantes y demandantes de asilo. Y ahora que se desvanecía la Covid en Europa, se decía que aprenderíamos la lección o aviso de la naturaleza, mientras economistas, antropólogos y epidemiólogos repetían que los humanos sólo evitaríamos la extinción de la especie cambiando de paradigma y yendo hacia un desarrollo diferente. Pero mira por dónde, de repente ha llegado un segundo cisne negro o hecho inesperado con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y un nuevo flujo bíblico de refugiados. Y la supervivencia de la especie humana o una devastación global no peligra ya a dos siglos vista por nuestro modelo de desarrollo, sino a un mes vista por las decisiones que puede tomar Vladimir Putin si se ve acorralado y pulsa el botón nuclear.

Pero lo que fue imposible para los que huían del Estado Islámico, la guerra civil en Siria y también de la devastación que el ejército ruso hacía para evitar la derrota de Bashar en Asad, sí ha sido posible para los millones de ucranianos. No sólo porque los países antes más reacios a recibir refugiados, los del Grupo de Visegrado —Eslovaquia, Hungría, Polonia y República Checa— ahora les abren la puerta. Sino porque la Unión Europea ha activado un mecanismo de protección internacional ya previsto en la legislación comunitaria para acoger y dar de inmediato papeles y permiso de trabajo a los que llegan de Ucrania. Unos refugiados que más allá de que ahora sí se les quiere porque son rubios y cristianos, tienen unas diferencias a tener en cuenta a la hora de gestionar su acogida. No me refiero sólo a que son mujeres, niños y ancianos. Me refiero a que son personas que no han hecho el duelo. Que hace un mes pensaban dónde irían de vacaciones este verano ahora que se acababa la pandemia y si quizá comprarían un coche nuevo. Y no nos engañemos, dada la devastación que está provocando Putin, la mayoría no tendrán casas a las que volver. Y muchos de los que su casa no acabe destruida se encontrarán con que tampoco será fácil el regreso porque habrá sido ocupada por ucranianos que no se fueron. Así que no nos engañemos, si la guerra no termina ya, la mayoría de ucranianos que ahora llegan no podrán volver a vivir en su país.


 

dilluns, 14 de març del 2022

Entra a presó el Secretari General de Democracia Nacional Pedro Chaparro per complir condemna per l'assalt a Blanquerna. Dels 14 condemnats 8 són a presó, un està fugit i 5 tenen ajornaments. Dels 8 que compleixen condemna 6 ja estan en 3r grau per sortir a treballar.

                             



A primera hora d'aquest matí ha ingressat al centre penitenciari d'Alcalá Meco, Madrid-1, Pedro Chaparro, Secretari General de Democracia Nacional, per complir la condemna de dos anys i set mesos per l'assalt de l'onze de setembre de 2013 al Centre Blanquerna, seu de la Generalitat a Madrid. Dels 14 condemnats vuit són ja a presó, un està fugit a l'estranger i cinc han demanat ajornaments en espera que el Consell de Ministres concedeixi o no l'indult. De moment tots els informes d'indult han estat negatius si bé el Consell de Ministres encara no s'ha pronunciat. 

El primer del condemnats que va entrar a presó fa ja un any és Tomàs Bor, que es va desmarcar de la resta de condemnats i no es va presentar a una citació judicial, pel que va ser declarat en cerca i captura i detingut i va entrar a presó. Bor ja està en règim obert de tercer grau al centre Victoria Kent. Posteriorment van entrar Íñigo Pérez de Herrasti, vinculat llavors a Alianza Nacional, ingressat a la presó d'Aranjuez. També José Pedro Cruz, membre abans de Falange, ara militant de Vox, tancat a la presó d'Alcalá Meco. A primers de gener van entrar a presó Manuel Andrino, Jefe Nacional de La Falange-FE, Jesús Fernando Fernández (condemant a dos anys i nou mesos, dos més que la resta) i Sergio Reguilón. I fa un mes va ingressar Javier Marcos del desaparegut Nudo Patriota Español. D'aquests sis que van entrar a finals de desembre o primers de gener, quatre ja estan en tercer grau i poden sortir a treballar.

Altres cinc condemnats han aconseguit ajornaments, bé perque esperen l'informe sobre l'indult, bé perque han demanat a que s'esperi que el Consell de Ministres s'hi pronunciï. Per últim el falangista Juan Luis López García, condemnat a dos anys i nou mesos, fa quatre anys va fugir a l'estranger.

       



diumenge, 13 de març del 2022

Tot havia d'anar bé? Ara que ja començàvem a funcionar com abans de la Covid amb les quarantenes acabades, faltant només la supressió de les mascaretes en interiors, el món no només s'aboca a la pitjor crisi de seguretat, sinó que tenim un líder mundial, Putin, que esmicola tota l'arquitectura de relacions internacionals i amenaça de prémer el botó

                        


Xavier Rius Sant, 12 de març de 2022

Llegir a NacióDigital, NacióManresa

Mai m'ha agradat ni m'he cregut certs comentaris, prediccions o promeses, per a mi sobreactuades, quan s'afirma que un cop es superi una crisi o problemàtica, tot anirà bé, haurem crescut individualment i com a societat i tot serà millor. Després de cada guerra mundial hi havia qui deia que aquella seria la última, perquè la humanitat hauria aprés la lliçó, i ara fa dos anys quan va esclatar la pandèmia, es penjaven cartells i pancartes als balcons amb un arc de Sant Martí amb la frase "Tot anirà bé". 

A mi no m'agradava llavors aquesta predicció, perquè veia com dia a dia moria més i més gent, vides úniques i irrepetibles que morien d'elles soles, sense acomiadar-se dels essers estimats, ni tenir el consol que la seva mort al menys serviria potser per aconseguir el que ara coneixem com immunitat de grup. Per mi aquelles pancartes de “To anirà bé” que veia per Moià i Barcelona eren una falta de respecte pels qui morien i pels seues essers estimats. També hi havia qui deia que la pandèmia era l'últim avís de la mare Terra advertint-nos que si no canviàvem de model de vida, la Humanitat desapareixeria. I a mida que les onades de la pandèmia eren menys letals amb bona part de la població vacunada, s'aixecaven veus catastrofistes anunciant una època de fam a Europa, segons uns a causa dels problemes de transport marítim, la falta de microxips i una apagada elèctric i digital de tot que aquest apocalíptics predeien, o potser, segons altres, per un nou virus o plaga que s'expandiria per la Terra a la vegada que s'implementés el 5G. Prediccions que defensava molta gent seguidora de les teories conspiranoiques i dels antivacunes. 

I mira per on, ara que ja començàvem a funcionar com abans de la Covid, dissabte es va poder celebrar a Moià el Carnestoltes amb la normalitat que es feia abans, amb les quarantenes acabades, faltant només la supressió de les mascaretes en interiors, el món no només s'aboca a la pitjor crisi de seguretat, sinó que tenim un líder mundial, Putin, que esmicola tota l'arquitectura de política de seguretat i relacions internacionals i amenaça de prémer el botó nuclear si no se li permet fer Rússia gran de nou. Pensàvem que després del parèntesis de Trump, en que un malalt mental que volia fer Amèrica Gran, i podia prémer el boto nuclear, el món multipolar tornava a la seva normalitat, i mentre a Trump es dubtós que els seus generals li haguessin permès fer-ho, Vladimir Putin porta la guerra al cor d'Europa, provoca el major desplaçament de refugiats des de la Segona Guerra Mundial i ens diu que si no li permetem fer Rússia gran de nou amb Ucraïna, Bielorússia, Moldàvia i Geòrgia, i suprimir unes llibertats i valors que també la majoria de ciutadans d'aquest països havien fet seus, ens hem de preparar pel pitjor. I de moment Europa es prepara per una gran inflació que esmicola tots els plans de recuperació post Covid.

Jo sí que pensava que una part de les esquerres de les que provinc, que aquestes últimes dècades havien aprés a pensar sense dogmatismes, que potser a pobles agredits calia ajudar a defensar-se de vulneracions dels drets humans i d'agressions militars, com va passar a Bòsnia o al Kurdistan. I que a l'igual que consideraven correcte que s'armés als kurds que patien el setge de l'Estat Islàmic i de Bashar Al Assad a Síria, s'entendria que ara cal armar a Ucraïna. Però veig amb tristor que molts del que considerava dels meus, tenen el pensament crític rovellat. I mentre fa dos anys defensaven que el Frente Polisario tornés a la guerra i se'ls armés per poder negociar en peu d'igualtat o idolatraven les brigades de dones kurdes que a Rojava es defensaven amb armes proporcionades, per cert, per Estats Units, dels assassins de l'Estat Islàmic i del règim de Bashar Al Assad, ara davant la invasió d'Ucraïna s'oposen a que se'ls hi doni armes. Potser no són conscients que Europa hem tornat a un escenari com el del setembre de 1938, quan per no contradir ni fer enfadar més Hitler, el Regne Unit i França van signar amb Alemanya el acords de Munic.

Xavier Rius Sant, periodista



divendres, 11 de març del 2022

Cuando la derecha hace cordón sanitario a los ultras. Analizo en El Periódico,el pacto del PP con Vox en Castilla y León y el cordón sanitario que se hace en muchos países a la ultraderecha

 




Es pronto para saber si el acuerdo de Gobierno entre el Partido Popular de Castilla y León, liderado por el presidente de la comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, con el líder regional de Vox, Juan García Gallardo, por el que Gallardo será vicepresidente de la Junta de Castilla y León, obteniendo Vox cuatro consejerías además de la presidencia de las Cortes regionales, será el modelo a seguir en la política de pactos que desarrollará el PP de Alberto Núñez Feijóo cuando lo presida, o si ha sido solo un gol del sector del partido favorable a la alianza con los ultras, aprovechando la coyuntura de estos días ya sin Casado y sin que Feijóo haya sido nombrado todavía presidente del partido. Pablo Casado decía no ser favorable a pactar con Vox y hace un año y medio se mostró muy duro con Santiago Abascal, cuando Vox presentó la moción de censura a Pedro Sánchez


De momento el presidente del Partido Popular Europeo, Donald Tusk, ha mostrado su desaprobación al acuerdo de los populares castellano leoneses con Vox. Y es que la opinión mayoritaria entre los conservadores y democratacristianos europeos es que debe hacerse cordón sanitario a los ultras. No solo no llegando a acuerdos de Gobierno con ellos, sino evitando legitimar sus propuestas. Así ha actuado siempre la derecha francesa que cuando un candidato del Frente Nacional, ahora Agrupación Nacional, ha pasado a segunda vuelta en elecciones nacionales, regionales o locales, el resto de partidos han pedido el voto para el candidato que no era del Frente Nacional. Tan solo y desde la izquierda anticapitalista, Jean-Luc Mélenchon de la Francia Insumisa, rompió parcialmente este cordón sanitario en las pasadas elecciones presidenciales francesas, al no pedir el voto por Macron.


La democratacristiana CDU alemana también tiene claro el cordón sanitario a los ultras de Alternativa por Alemania. Y ahora hace dos años, cuando después de reiterados intentos infructuosos de formar Gobierno en el 'land' de Turingia, la CDU votó a favor de un pacto de investidura con Alternativa por Alemania y los liberales para dar la presidencia de la región a Thomas Kemmerich, del liberal FDP, Angela Merkel hizo abortar el pacto, retirando el apoyo a Kemmerich que renunció a la presidencia, formándose después un Gobierno presidido por los ex comunistas de Die Linke, con el visto bueno de la CDU. En Bélgica, la derecha también tiene claro que no hay que pactar con los ultras del Vlaams Belang. Y en Holanda, los populares de Mark Rutte también han aplicado el cordón, con algunos tropiezos. Pero, en cambio, en Austria o Italia partidos miembros del Partido Popular Europeo no han tenido reparos en gobernar con la extrema derecha.


El caso más claro es Austria, donde el Partido Popular Austriaco, ÖVP, ha gobernado en diversas ocasiones con los ultras del Partido por la Libertad de Austria, FPÖ. A diferencia de Alemania, donde hay el sentimiento de culpa por las barbaridades del nazismo y la ideología racista, los austriacos no tienen ese sentimiento de culpa, alegando que ellos al ser anexionados por Alemania no fueron verdugos sino víctimas del Tercer Reich. La última vez que el FPÖ entró en el Gobierno fue en 2018, rompiéndose al año siguiente, no por cuestiones programáticas, sino por un escándalo de corrupción que afectó a su líder, Heinz Christian Strache. Y el otro país en que la ultraderecha ha formado y forma parte de los gobiernos es Italia, con la Liga de Matteo Salvini, antes llamada Liga Norte. Recordemos la posición de Salvini, como vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior en 2019, cuando se negó a acatar las órdenes de permitir el desembarco del Open Arms. En aquel momento había un gobierno del populista Movimiento 5 Estrellas y la Liga. Ahora la Liga continua en el Gobierno, pero es un Ejecutivo digamos de concentración que preside Mario Draghi, del que forman parte cinco partidos, también el centro izquierda del Partido Democrático.

Veremos qué ocurre en futuras elecciones más allá de Castilla y León, cuando Núñez Feijóo presida el partido. Feijóo ha gobernado Galicia donde el conocimiento de la lengua gallega se exige sea como requisito, sea como mérito, para acceder a la administración. Y el rechazo a esa supuesta discriminación y ruptura del principio de igualdad de los españoles forma parte del ADN ideológico de Vox. Otro de los principios de Vox es el rechazo a la tutela de Bruselas, pero los compañeros polacos de Vox en el grupo Conservadores y Reformistas del Parlamento Europeo, Ley y Justicia que gobierna, se dejan abrazar y ayudar por Bruselas ante la guerra de Ucrania. ¡Todo es cambiante! 

 

 Leer en castellano en El Periódico

 Llegir en català al Periódico

                        


dijous, 10 de març del 2022

Ucraïna, comunicació i informació en una guerra diferent. Ho explico a Comunicació21

                          


Comunicació 21, dijous 10 de març de 2022

 Xavier Rius Sant, periodista

Amb un president d’Ucraïna que abans de dirigir el país i liderar la defensa enfront la invasió russa havia sigut actor i guionista, i ara fa vídeos donant esperança com David contra Goliat; amb uns ciutadans fins fa 15 dies anònims que cada tarda o vespre fan les seves cròniques i les seves peticions al món des del refugi o l’habitació de casa per videoconferència a les cadenes de televisió d’arreu del món; i amb uns mitjans emmordassats a Rússia que tenen prohibit utilitzar les paraules ‘guerra’, ‘invasió’ i ‘víctimes civils’, que difonen allà una versió totalment tergiversada del que passa, la invasió d’Ucraïna ha canviat la manera d’informar sobre una guerra. Una guerra que emocionalment afecta molt més que altres passades els ciutadans europeus, no només per la magnitud del flux de refugiats, sinó perquè Vladímir Putin ha amenaçat de respondre contra els països de l’OTAN prement el botó nuclear.

La primera guerra d’Iraq, l’ofensiva de Bush pare del 1991, amb la CNN retransmetent des de l’hotel Al Rashid de Bagdad amb Bernard Shaw i Peter Arnett, va canviar la manera de retransmetre una guerra. Guerra en què l’enemic permetia a l’emergent cadena americana emetre lliurement, fent cròniques telefòniques o televisives en les quals gairebé informaven als atacants on queien els míssils de creuer Tomahawk; o sigui, informant si tocaven o no l’objectiu. En la segona guerra d’Iraq, la de març de 2003, els periodistes d’arreu del món que havien tingut la sort d’aconseguir el visat informaven amb relativa llibertat des de la banda iraquiana, fins i tot ridiculitzant el ministre d’informació, motejat Alí el Còmic, perquè quan els tancs americans eren a una banda del Tigris, des de l’altra banda del riu negava que els ocupants haguessin entrat a Bagdad.

Jo vaig ser a Bagdad unes setmanes abans de la invasió, al gener de 2003, i més enllà que de vegades em seguís o volgués acompanyar-me algun guia traductor que era agent de la Mujabarata (la policia política), s’ha de dir que tenia plena llibertat de dir el que volgués. Una altra cosa era que tothom a qui es preguntava per la guerra et responia que lluitarien fins al final, i allà on anàvem els periodistes, els nens i joves ens rebien cridant “la nostre sang, les nostres ànimes, morirem per Saddam!”. Però quan va arribar la invasió, els reclutes iraquians, afortunadament, no van lluitar fins a l’última gota. En aquesta segona guerra d’Iraq, els periodistes que informaven des del bàndol atacant estaven empotrats dins unitats militars, no podien informar lliurement i les seves cròniques eren censurades.

Abans de la segona guerra d’Iraq hi havia hagut les guerres de descomposició de Iugoslava, on la premsa va tenir el seu poder per recriminar als líders mundials que no fessin res per aturar barbaritats com el setge de Sarajevo i matances com la de Srebrenica. Una guerra en què moriren molts periodistes, sent el català Jordi Pujol Puente, que com a freelance enviava fotos a l’Avui, el primer periodista estranger mort en aquells tres anys de guerra. I no va ser fins que la CNN va emetre sense filtres les imatges de la matança del mercat de Sarajevo del 28 d’agost de 1995, que Bill Clinton es va decidir –després d’haver amenaçat moltes vegades de fer-ho– i va ordenar el bombardeig de les posicions dels radicals serbis que encerclaven la ciutat. Bombardejos que van ser seguits d’una ofensiva de les tropes croates i bosnianes i de més bombardejos de l’OTAN que van obligar Milosevic a negociar.

El juliol de 2014, després que Abu Bakr al-Baghdadi es proclamés a Mossul califa dels musulmans, a la vegada que l’Estat Islàmic cometia les seves atrocitats, va utilitzar magistralment a les xarxes socials vídeos fets per joves fanàtics, alguns dels quals havien estudiat comunicació audiovisual o publicitat a Occident, que convertien les seves victòries en combat i les execucions de presoners, també de periodistes occidentals com James Foley, en macabres peces publicitàries per espantar els enemics i aconseguir adeptes que se sumessin a la victoriosa gihad. El periodista britànic John Cantlie, que va ser segrestat per l’Estat Islàmic a la vegada que Foley, no va ser protagonista del vídeo de la seva execució, sinó que suposem per supervivència va protagonitzar diversos vídeos en què informava sobre el terreny i lloava a ciutats com Kobane les victòries dels guerrers del Califat. Els periodistes catalans Ricard Garcia Vilanova i Marc Marginedas també van ser segrestats a Síria, sent posteriorment alliberats. Precisament, García Vilanova i Marginedas aquest dies són a Ucraïna.

Però en aquest conflicte d’Ucraïna han emergit uns nous comunicadors que esdevenen peça indispensable de qualsevol programa informatiu i magazín i tertúlia generalista. Ciutadans ucraïnesos, majoritàriament dones, que fan connexions per videoconferència informant del a dia a Kíiv i altres ciutats, que aporten una proximitat i un vincle emocional que de vegades en la brevetat de la crònica periodística no dona temps a quallar-se. Aquesta guerra, però, en què Vladímir Putin ha trencat l’ordre geoestratègic mundial, i un cop li ha fracassat la guerra llampec vol aplicar la mateixa devastació amb què va actuar a Txetxènia o Síria, la majoria de cadenes estrangeres han deixat d’emetre des de Rússia i s’han tancat a Europa les emissions de Rússia Today i Sputnik. Prohibicions que considero un error.

I si ja ha estat nova la presència de dones anònimes fent videoconferències a totes les televisions occidentals, sense cap mena de dubte la sorpresa comunicativa d’aquest conflicte ha estat el president Volodímir Zelenski, l’heroi inesperat que dona esperança als ucraïnesos i els anima a resistir. I acabi com acabi el conflicte, ben segur que serà una icona de resistència i llibertat que per moltes generacions perdurarà.

Xavier Rius Sant, periodista especialitzat en conflictes internacionals, gihadisme i ultradreta.

                    


divendres, 4 de març del 2022

Presentació del llibre "Els ultres són aquí" a Moià amb Quico Sallès i Josep Font


Aquest vespre s'ha presentat el llibre "Els ultres són aquí" a Can Carner a Moià, acte al que han assistit 45 persones. 

En primer lloc ha intervingut l'alcalde de Moià, Dionís Guiteras que ha lloat la tasca de divulgació que fa el llibre. Tot seguit Josep Font de l'Associació Modilianum, revista La Tosca, ha fet una presentació de la meva persona i del llibre. A continuació el periodista Quico Sallès s'ha explaiat comentant el llibre, que tal com es narra i s'entrellaça tot ha dit que enganxa i li recordava una sèrie de Netflx en la que al final tot encaixa, donat que molts ultres que apareixen de en els primers capítols parlant de Fuerza Nueva o després de Plataforma per Catalunya, després els trobem a Vox. Sallès ha aportat informacions i percepcions de com va fer Vox el salt a les instucions els anys 2018 i 2019, ja que ell va fer els seguiment d'algunes campanyes electorals del partit ultra, com la de les eleccions andaluses de desembre de 2018 quan van antrar per preimera vegada en un parlament a l'Estsat espanyol. 

A mena de conversa amb el Quico, jo he explicat el procés de creació del llibre, aturant-me en alguns moments i episodis, reflexionant com Vox ha entrat a les institucions, sent el no a l'estat autonòmic, el rebuig a la immigració, l'oficialitat del català i a lleis com la del matrimoni homosexual o l'avortament, alguns els seus eixos principals. A diferenència de Madrid i altres llocs de l'Estat que Vox s'ha nodrit d'exmilitants del PP desencantats amb Mariano Rajoy, a Catalunya el nucli dirigent de Vox i molts dels seus diputats, com Jorge Buxadé, Mónica Lora, Joan Garriga Domenech, Juan José Aizcorbe o Juan Carlos Segura Just, provenen de Fuerza Nueva, Juntas Españolas, Frente de la Juventud o Plataforma per Catalunya. Sallès ha explicat algunes anècdotes sobre el sorgiment de Vox, i del judici del Procés que ell va cobrir on coincidia amb Javier Orgea Smith. 

Molt agraït al Quico Sallès i al Josep Font per presentar-me el llibre!       

                                          

 L'alcalde de Moià Dionís Guiteras obre l'acte

                                              

Josep Font de l'associació Modilanum, revista La Tosca presenta el llibre i l'autor

                                                                

Quico Sallès

                                                       

                                                                                         

                                               


                                              






                                          



 

Crònica de l'acte a Nació Digital, Nació Manresa

 


Ucrania, Belarra, Echenique o la CUP. La incoherencia de algunos que apoyaron la resistencia kurda en Rojava, el retorno a las armas del Polisario y acudían cada año emocionados a los homenajes a las Brigadas Internacionales

 

La decisión del gobierno de España de enviar armas a Ucrania ha motivado que diversos dirigentes de Podemos como la ministra Ione Belarra o su portavoz en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, se hayan opuesto públicamente afirmando que la presión a Rusia debe ejercerse exclusivamente mediante sanciones y la por la vía diplomática. Una brecha importante en el gobierno de Pedro Sánchez, si bien otros dirigentes de Podemos como la vicepresidenta Yolanda Díaz, han avalado públicamente el envío de armas. Por su parte en el Parlamento Europeo los eurodiputados de Bildu, Izquierda Unida y algunos de Podemos se desmarcaron de la mayoría de la cámara votando en contra a la resolución de apoyo a Ucrania. Llamativa fue la imagen en el Pleno del Congreso del pasado miércoles en que, tras la intervención de Pedro Sánchez anunciando la posición del Gobierno, los ministros Alberto Garzón y Joan Subirats se pusieran en pie aplaudiendo al presidente, mientras Ione Belarra e Irene Montero se mantuvieron sentadas.

Esta negativa a apoyar el envío de armas a Ucrania motivó que la comunidad ucraniana de Cataluña se demarcara de la concentración contra la guerra que tuvo lugar el miércoles en Barcelona dado que los convocantes dejaron claro que se oponían a la misma y a toda acción de la OTAN, y se leyó un manifiesto de “No a la Guerra”, más propio de otros conflictos y otros agresores, como la Guerra de Iraq. Manifiesto, desde mi punto de vista, totalmente fuera de lugar y de contexto frente la brutal agresión rusa. 


 

Respeto la posición de colectivos pacifistas que ante toda guerra se han opuesto a la ayuda militar a los agredidos e incluso, desde la filosofía no-violenta gandhiana, cuestionan el derecho de las víctimas a defenderse con las armas. Pero la mayoría de los que ahora desde una supuesto pacifismo se oponen al envío de armas a Ucrania, colgaban en sus redes sociales hace unos pocos años reiterados mensajes de apoyo a las brigadas kurdas de Kobane, el Kurdistán sirio, sobretodo las brigadas de mujeres que tomaban las armas, y publicaban emotivos mensajes cuando algunas de estas guerrilleras morían en combate. Guerrilleras que por cierto, como la buena parte de la resistencia kurda empuñaban armas facilitadas por Estados Unidos y otros países de la OTAN. De la misma manera, cuando hace algo más de dos años el Frente Polisario decidió romper el alto el fuego con Marruecos, estos dirgentes de Podemos, Izquierda Unida, Anticapitalistas y la CUP, que ahora rechazan el apoyo al ejército y al pueblo ucraniano que se defiende de la agresión rusa, mostraron su apoyo a esta ruptura del alto el fuego anunciada y vuelta a la guerra por el Frente Polisario.

Esta negativa de parte de sectores de la izquierda a apoyar que los agredidos se defiendan y reciban apoyo militar por parte de países miembros de la OTAN, ya se dio en los años noventa cuando la OTAN o países miembros de la misma actuaron para detener en Bosnia o Kosovo el genocidio perpetrado por el ejército yugoslavo y las milicias serbias. Primero ante la pasividad internacional  se decía que a diferencia de la primera guerra de Iraq, la de 1991, no se defendía a bosnios o kosovares porque allí no había petróleo. Pero cuando en 1995 y 1999 se actuó para detener el genocidio y la limpieza étnica, estos sectores de la izquierda también lo rechazaron siendo Julio Anguita quien lo expresó con mayor claridad al afirmar que “se bombardeaba a Milosevic porque era de izquierdas”.

Ahora estamos ante un loco, Valdimir Putin, que creía que invadiría Ucrania en tres días como hicieron los tanques soviéticos en Hungría en 1956 y Checoslovaquia en 1968. Y al no conseguirlo, pretende aplicar la misma devastación con la que aplastó Chechenia en 1999 o hace cinco y seis años en los territorios de Siria controlados por los islamistas del Frente Al Nusra y el Estado Islámico, añadiendo además a las ciudades ucranianas la estrategia del cerco y hambre que aplicaron los nazis frente al pueblo ruso en Stalingrado y Leningrado.  

Estos izquierdistas que ahora rechazan que se ayude a defenderse al pueblo ucraniano, por cierto, criticaban a las democracias liberales por optar por la neutralidad ante la Guerra Civil española y se enorgullecían que Rusia sí hubiera tomado partido enviando armas a la República, a la vez que se emocionaban cada año en los homenajes a los miembros de la Brigadas Internacionales que vinieron a España a defender la causa de la libertad. Pero ya se sabe, en este mundo tan complejo y cambiante para algunos cerrados de mente y con el pensamiento crítico oxidado, ni todas las víctimas son iguales, ni todos los agresores deben ser combatidos.

Xavier Rius Sant                  

 Concentración en Barcelona del pasado miércoles de la que desvinculó la comunidad ucraniana por el rechazo de los convocantes a la ayuda militar de la OTAN a Ucrania.