Vox sigue pisando fuerte con su demagogía ante la crisis del coronavirus. En la sesión de control al Gobierno realizada ayer miércoles en el Congreso de los Diputados, el diputado de Vox, Juan Luis Steegman, acusó a al gobierno de "convertir España en un tanatorio". En la misma línea la diputada Macarena Olona el pasado día 12, acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de aplicar una "eutanasia feroz" con las muerte de 8.000 ancianos en residencias y hospitales. Olona también ha atacado a Podemos y a Pablo Iglesias por "convetir el Gobierno en un ente totalitario y comunista" como el de Maduro en Venzuela, reponsabilizándole, también de "prostituir la televsión pública". Por su parte el eurodiputado ultra, Jorge Buxadé, también abogado de estado en excedencia como Olona, denunció que el Gobierno estuviera haciendo una regularización extraordinaria de inmigrantes para que trabajen en las campañas agrícolas de primavera y verano, y exigió "que se diera este trabajo a españoles afecatdos por ertes". Más allá que el Gobierno va a permitir a parados compatilizar el subsidio y trabajar como temporeros, no se ha hecho ninguna regularización extraordinaria, que por cierto, desde mi punto de vista sí que sería necesaria. Lo que ha hecho es prorrogar medio año los permisos de trabajo que caducaban el 30 de junio para que puedan trabajar en la agricultura o en otros empelos a los que podrían acceder, o continuar con el que realizan, cosa que no sería posible si no se les renovaban sus papeles. Buxadé también ha pretendido crispar el ambiente al exigir que a los ciudadanos españoles se les dé “al menos el mismo trato que a los inmigrantes irregulares a los que se ha ubicado en
hoteles de lujo y se les han entregado mascarillas, guantes y geles”. Afirmacions que hizo en relación a un grupo de inmigrantes que estaban en un albergue de la Cruz Roja, en Almería, y tras dar positivo siete de ellos, se decidió confinarlos a todos en un hotel preparado a tal efecto.
Como ya he comentado anteriomente tanto Santiago Abascal como Ortega Smith sacudieron la xenofobia refiriéndose al Covid-19 o coronavirus como el "maldito virus chino". Y Ortega Smith, mientras se recuepaba de la enfermedad que padeció, tuiteo una foto suya con el texto "anticuerpos españoles contra virus chino".
EL PSOE DENUNCIA A VOX POR DELITO DE ODIO
Por una seria de mensajes de twitter realizados por Vox, el PSOE presentó hace dos días una denuncia ante Fiscalía General del Estado contra el partido ultra por un posible delito de odio, tipificado en el artículo 510 de Código Penal. Personalmente tengo mis dudas que la acción judicial sea eficaz, dado que la ultradercha muchas veces cuando es perseguida en los tribunales se crece, alegando que sufre una caza de brujas.
Pero la centrifugadora de bulos y confusiones de Vox, busca responsables más allá del Gobierno, y el pasado día 9, Santiago Abascal, afirmó en el pleno del Congreso que aprobó la prórroga del estado de
alarma que “`parece que la dictadura china también ha comprado a la OMS y yo
les pediría que estuviéramos atentos porque dentro de seis meses, si no
nos protegemos, aquí todo va a ser chino menos el virus”. Así Vox se alineaba con las críticas de Donald Trump a la Organización Mundial de la Salud. Críticas que Trump hizo a la OMS, cuando él tuvo una actitud negacionsta ante las advertencias de la OMS sobre la pandemia.
Pese a no partir todos los bulos e intoxicaciones de Vox, el entramado ultra mediático al que me refería hace unos días con motivo de la manifestación digital contra el Gobierno, ha generado en poco más de un mes 400 bulos totalmente falsos, a través de un millón y medio de cuentas falsas que se estima que gestiona la ulatrderecha política y mediátca. Bulos que pretenden generar caos informativo, miedo, deconfianza hacia las instituciones y gobiernos central y autonómicos responsables de la gestión de la crisis. Porque es en contextos de desconfianza y miedo cuando la ultadrercha obtiene réditos políticos y electorales.
Y para evitar ser censurado por los filtros de verificación o éticos de las redes sociales Vox lanzó el día 11 de abril el mensaje que WhatsApp iba a censurar el contenido de los mensajes, cuando lo único que ha heccho Whasapp ha sido ralentizar la difusión de los mensajes masivos a nivel mundial.
Y llamó a sus militantes y simpatizantes a sumarse a su canal de Telegram. Un canal que permite grupos mucho mayores de los que se pueden usar en WhatsApp.
Hasta 200.000 personas en una sola sala, y con listas de difusión
ilimitadas.
La mezcla de mentiras, mal fe, falsedades en la red llegó a la cumbre hace dos semanas no sólo con tuits como el de la calle de Madrid llena de ataudes, sinó también difundiendo un supuesto decreto del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que según el texto manipulado, legalizaba la ocupación de viviendas privadas en España mientras dure la pandemia del coronavirus. Cuando lo que decía el decreto en el BOE es que se permite a las comunidades autónomas otorgar una ayuda a la vivienda en el mismo régimen que prevé la ley. Pero el bulo difundido desde el entorno de Vox obligó al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a desmentirlo
y aclarar a través de las redes sociales que el programa
de ayudas a las víctimas de violencia de género y personas desahuciadas
en el contexto de la crisis del coronavirus no no permite la expropiación de viviendas vacías ni segundas residencias. Y como siempre que una admisnitración desmiente un bulo, en mayor o menor medida acaba dándole a Vox los que deseaba controlar los mensaje, controlar los tiempos, y llevar siempre ellos la iniciativa. "Puede que no sea cierto del todo, pero parte de verdad habrá si el Gobierno corre a desmentirlo" acaban pensando muchas personas permeables a los mensajes de la ultadrercha y susceptible de darles su voto.
Vox, siguiendo los métodos de Steve Bannon, utilizados por Donald Trump, u otros gobernantes populistas que odian la libertad de prensa, la crítica y la verifiación de noticias como son el brasileño Jair Bolsonaro -que acaba de destituir al ministro de sanidad por pedir más confinamiento- o el filipino Rodrigo Duerte. Y comunicadores como Alvise Pérez y Javier Negre, Carlos Cuesta o Cristina Seguí, impulsores de la manifestación digital del pasado día 8 de abril, han atacado con dureza a medios verificadores como Newtral verificación, fundada por la periodista Ana Pastor que junto con Maldita.es y la Agencia France Press realizan la tarea de verificar y etiquetar como desinformación todos los bulos que lanzan en España desde Facebook. Precisamente Macarena Olona en la sesión de control al Gobierno cargó contra "Newtral y Maldita, es decir, el señor Ferreras, la señor Pastor o el señor Roures; son la Gestapo que vigila la verdad oficial”.
Vox vió como Twitter recibía denuncias o rechazaba mensajes suyos, con contenido homófobo que finalmente tuvo que eliminar ya que Twitter bloqueó algunas funciones de la cuenta de Vox, hasta que borrara un comentario, que detectó como ofensivo contra el colectivo LGTBi. Inicialmente la formación se negó, e intentó hacer campaña política con la decisión de Twitter. pero finalmente Vox cedió, borró el comentario y recuperó todas las funciones de su cuenta.
Ahora desea que sus seguidores se pasen a Telegram, red que garantiza
más la privacidad de sus mensajes y dificulta ser intervenida si sus
contenidos vulneran el ordenamiensto jurídico -recordemos que el Estado
Islámico difundía sus mensajes y se comunicaba através de Telegram,
aplicación mucho más difícil de monotorizar.
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