dijous, 1 de desembre del 2016

¿LOS VOTANTES DE IZQUIERDAS CON FILLON? El rechazo de la izquierda a las propuestas sociales y económicas del candidato conservador, podría dar la victoria a Le Pen, dado que es dudoso que comunistas, ecologistas y socialistas se movilicen masivamente por el candidato conservador como en 2002 en la segunda vuelta para evitar la victoria del FN. Publico en El Periódico


Xavier Rius, periodista

En las elecciones presidenciales francesas del 2002, Jean-Marie Le Pen obtuvo en la primera vuelta 4.804.713 votos, frente a los 5.665.855 del conservador Jacques Chirac. En esa primera vuelta, con un amplio abanico de candidatos, votaron 28.498.471 franceses, un 71,6% del censo. El hecho de que el candidato de Frente Nacional superase al socialista, Lionel Jospen, conmocionó a centristas e izquierdistas, que en la segunda vuelta, en la que participaron 31.062.988 franceses --el 79’71% del electorado--, votaron masivamente por Chirac, que venció con 25.537.956 votos frente a Le Pen, que obtuvo 5.525.032. Dichas cifras, con más participación en la segunda vuelta, confirmaron que socialistas, ecologistas y trotskistas se movilizaron, dando su voto al candidato conservador para evitar la victoria de Le Pen.

EL PROGRAMA DE FILLON

Dado que parece casi seguro que Marine Le Pen, cuyo partido fue el más votado en las europeas del 2014, llegará a la segunda vuelta de las presidenciales, y que el otro candidato será el conservador François Fillon, que el domingo ganó las primarias, asaltan dudas de si, como ocurrió en el 2002, los votantes de izquierda se movilizarán en la segunda vuelta por el candidato conservador.


El programa social y económico de Fillon, con sus propuestas de alargar la edad de jubilación, recortar el Estado del bienestar, despedir a medio millón de funcionarios --mayoritariamente profesores y médicos, dado que no debilitará a la Policía ni al Eejército--, es rechazado por toda la izquierda. Fillon, además de acercarse a las políticas de Trump, May y Putin, hace propuestas que contentan a los sectores más conservadores, como prohibir las adopciones a las parejas gais, restringir la llegada de refugiados y una serie de medidas para controlar no sabemos si al islam como religión o a los musulmanes como colectivo. Propuestas que son atractivas para posibles votantes del Frente Nacional, pero que son rechazadas por los votantes de izquierda que deberían darle su apoyo en una segunda vuelta.

LA IZQUIERDA DESENCANTADA


Y sus propuestas relativas al recorte del Estado del bienestar, subsidios, jubilación y drásticos recortes en sanidad y educación no son compartidas por Le Pen, que, como toda ultraderecha que niega serlo, defiende unas ideas sociales de mantenimiento del Estado benefactor que debe proteger a la clase media y trabajadora castigada por las políticas de Bruselas y las grandes corporaciones y la globalización. Una globalización que según la encuesta de la fundación Bertelsmann, millones de ciudadanos ven como un problema. El Frente Nacional, como otras ultraderechas y populismos que crecen, se nutre no solo de votantes conservadores o rurales, sino sobre todo de votantes de izquierda desencantados. Por ello, quedando ya en segundo plano las ideas de Le Pen y Fillon sobre el islam o los refugiados, que se asemejan, es posible que muchos votantes de izquierdas desencantados opten en la segunda vuelta por el programa económico y social de Le Pen frente al de Fillon. Y que el votante ecologista y comunista que en el 2002 se movilizó sin dudarlo por Chirac no acuda a las urnas. Ello puede tener como consecuencia que Le Pen sea la próxima presidenta de la República.


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