Xavier Rius Sant, La Vanguardia, jueves 11 de diciembre de 2025
Titula Javier Gallego su artículo en La Vanguardia del 9 de diciembre que “los barones del PP aconsejan a Guardiola hacer una campaña regional”. Los líderes territoriales del PP creen que centrar la campaña extremeña en elementos que tensionan la política española o trayendo a los mítines a Feijóo o Díaz Ayuso, ensombrece la gestión de María Guardiola, que salió reforzada tras la salida de Vox de los gobiernos regionales. Trayendo a Ayuso y Feijóo, se hablará mucho de una España que ven abocada al precipicio, y Santiago Abascal tendrá mucho que decir. Pero si se habla de la necesidad que el PP tenga la mayoría para aprobar los presupuestos que Vox bloqueó, y poder afrontar los retos que tiene la comunidad, Guardiola tiene mucho que ganar.
Las elecciones extremeñas, convocadas tras el bloqueo de Vox a la aprobación de los presupuestos, se producen siete años después de que Vox saliera de la marginalidad, consiguiendo doce escaños en las elecciones andaluzas de diciembre de 2018, meses antes de que los de Abascal irrumpieran en el Congreso. En diciembre de 2018 todavía no había comenzado el juicio en el Supremo a los líderes independentistas en el que Javier Ortega Smith, ejerciendo de acusación popular, ganó una cuota de telediario que tuvo mucho que ver con los buenos resultados que Vox obtendría en las elecciones de abril y noviembre de 2019. Aquellas elecciones andaluzas de diciembre de 2018 se convocaron tras romper Ciudadanos con la presidenta socialista Susana Díaz, a la que los de Rivera reprochaban que el PSOE hubiera conseguido la mayoría necesaria para desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa, pactando y consiguiendo los votos de los supuestos amigos de ETA, Bildu, y de los partidos catalanes, Junts y Esquerra, que querían romper España. Y durante la campaña electoral andaluza de 2018 poco se habló de problemas reales de Andalucía como la corrupción, infraestructuras, la agricultura y la mano de obra necesaria inmigrante o autóctona para la misma, la pesca o la industria. Se habló y mucho de la supuesta traición del PSOE por haber pactado con los amigos de ETA y los que querían romper España. Incluso se creó el bulo que en las escuelas catalanas se prohibía ir al baño a los nietos de los andaluces que emigraron a Catalunya el siglo pasado, si lo pedían hablando español.
Y, por cierto, en relación con los acuerdos con Bildu y el PNV, y del largo proceso liderado por Rodríguez Zapatero para que ETA se autodisolviera, vale la pena ver series como “La Frontera” emitida estos días por Televisión Española, y otras películas recientes como “La infiltrada”, para enorgullecernos de que ese terrorismo terminara hace catorce años. Vergüenza tendría que darles a aquellos dirigentes o ex dirigentes del PP que, refiriéndose a pactos o acuerdos del PSOE con Bildu o a la situación de Catalunya, afirman que ETA está más viva que nunca, más allá que con ello el PP refuerce los argumentos de Abascal y de grupos extraparlamentarios como Núcleo Nacional.


Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada