Aquí hi ha el text complert de l'article d'El Periódico d'ahir:
La nueva normativa de inmigración infringe la ley de Extranjería, compromete a los agentes y no resuelve el problema
La pretensión de legalizar las devoluciones en caliente de los inmigrantes que saltan la valla de Ceuta y Melilla, lejos de dar seguridad jurídica a los agentes de la Guardia Civil que realizan dichas devoluciones que infringen la ley de Extranjería,
situará las posibles responsabilidades penales, que ahora recaen en los
mandos del cuerpo, en los agentes. La ley de Extranjería define dos
únicos procedimientos para expulsar o devolver extranjeros simpapeles. La expulsión individualizada de aquel que es identificado en territorio español y carece de papeles, que podrá ser ingresado 60 días en un centro de internamiento; y la devolución individualizada -en
principio por resolución administrativa-,de aquel que entra
ilegalmente, que en el caso que no se pueda realizar en un breve plazo
implica ingresar en un centro de internamiento ya con
control judicial. Mientras la devolución de los adultos marroquís
resulta fácil de realizar, dado que Marruecos los reconoce como propios,
no ocurre lo mismo con los procedentes de otros países.
Cuando una persona no marroquí llega a Ceuta y Melilla saltando la valla acude al Centro de Estancia Temporal -donde se acoge en régimen de libertad a los irregulares- o
a la comisaría de policía, y se les registra para iniciar una
improbable devolución. Muchos de los originarios de países en conflicto solicitan asilo,
protección en la que España está a la cola de Europa. Y tras unos meses
en Ceuta o Melilla la mayoría son trasladados a la península sin
documentación viajando luego hacia otros países de la UE.
Frontex, la agencia europea de fronteras, estima que en lo que va de año han llegado a las costas de la Unión Europea 170.000 irregulares,
el 80% a Italia. Y el incremento de las rutas hacia Italia, más largas
que las del Estrecho, es consecuencia del papel de gendarme que realiza
Marruecos, que ha reducido sustancialmente las pateras, pero continúan
llegando personas a los límites de Ceuta y Melilla, de las que 2.000 han
saltado la valla este 2014. Cifra anecdótica en comparación a los
130.000 llegados a Italia.
La mayoría ya no son subsaharianos - que ya conocen por sus compatriotas aquí residentes los efectos de la crisis económica-,
sino procedentes de países en conflicto como Siria, Libia o Eritrea. Y
más allá de los actos de contrición de dirigentes europeos anunciando
mejoras en el derecho de asilo, como los realizados tras la tragedia de
hace un año en Lampedusa por los entonces presidente de la Comisión, Durao Barroso, y el del Parlamento Europeo, Martin Schulz, la política de asilo no ha tenido cambio significativo.
Tras la imputación decretada en septiembre al jefe de la Guardia Civil de Melilla por las llamadas devoluciones en caliente, es decir trasladar por la fuerza a los inmigrantes, esposados, sin identificar y, en algún caso heridos, al lado marroquí de la valla, el Ministerio del Interior pretende
dar cobertura legal a este procedimiento. Pretende legalizar que no se
considere consumada la entrada en territorio español hasta que no se haya superado la línea de guardias civiles que estén en la zona. Y al hacerlo con una enmienda añadida a la ley de Seguridad Ciudadana evita que el Consejo de Estado y otros organismos tengan que pronunciarse. Quien sí que se pronunció hace unos días fue la comisaria europea Cecilia Malmström que remitió una carta muy dura a ministro Fernández Díaz advirtiendo que dicha práctica vulneraba la normativa europea de fronteras.
Pero más allá que la plasmación en la ley de esta modificación de cuándo se considera consumada la entrada en España dará pie a futuras impugnaciones,
el texto impone unos requisitos que, o bien los agentes deberán
incumplir, recayendo sobre ellos la responsabilidad de vulnerar la ley, o
difícilmente podrán ejecutar muchas devoluciones. Así, tras permitir a
los agentes el uso de la fuerza, el redactado que se propone dice que deberán procurar que los inmigrantes que caigan de la valla no sufran daños.
Y aquellos que resulten heridos deberán ser atendidos y si es preciso
trasladados a un centro sanitario, con lo que según el redactado ya
habrán consumado la entrada en España y no será posible la devolución en caliente.
Dado que muchas personas de las que saltan sufren cortes
significativos a causa de las cuchillas, y otros al caer padecen
lesiones importantes, los agentes y el personal sanitario, ante la
posibilidad de que algunos exageren sus heridas, deberán decidir si se
les devuelve inmediatamente hacia Marruecos, pese a posibles acciones judiciales hacia ellos,
o si se les traslada al centro de salud quedándose ya en España. Así
pues este redactado, mas allá de vulnerar la normativa europea, ni resuelve el problema, ni da seguridad a los agentes, ni garantiza un trato humano.
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Imatges de devolucions en calent a Melilla
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