dilluns, 26 d’abril del 2021

AMENAZAS DE MUERTE ULTRAS. La consecuencia de que PP y C'S normalizaran a Vox como partido de gobierno para salvar España, y de criminalizar con mentiras al independentismo, normalizado el "A por ellos" también por el Rey, y deslegitimado al Gobierno de izquierdas acusado de pactar con independentistas (y terroristas), es normal que surjan lobos solitarios que amenacen de muerte para "salvar" España. ¿Pasará en la Puerta del Sol como en el Capitolio si gana la izquierda el 4-M?

 


Los gravísimos hechos ocurridos en Madrid los últimos días, con una candidata a la presidencia de la comunidad, Rocío Monasterio, vertiendo un desacomplejado discurso de odio y cuestionando la veracidad de las cartas con amenazas de muerte a Pablo Iglesias, al Ministro del Interior y a la Directora de la Guardia Civil, que han continuado hoy con una nueva carta amenzadora a la ministra, Reyes Maroto, son la consecuencia de la legitimación del "a por ellos!" que hizo la derecha española con el aval del discurso del Rey del 3 de Octubre. También de la legitimación y  aceptación como partido socio de gobierno que el PP y Ciudadanos hicieron de Vox desde su irrupción en Andalucía en diciembre de 2018, y de la deshumanización del independentismo y de los independentistas, gracias a cuyos votos Pedro Sánchez desalojó de la Moncloa a Mariano Rajoy.

Ante una nula capacidad de parte de bastantes medios y de la derecha de entender qué pasaba en Cataluña, legitimando mentiras como que aquí se castiga a los niños en las escuelas por hablar en español, y equiparando independentismo con nazismo y terrorismo, se deshumanizó un movimiento político y social que guste o no, comparte la mitad de la sociedad catalana. Y el Partido Popular con dirigentes como Cayetana Álvarez de Toledo, que competía en demagogia, crispación y mentiras con Inés Arrimadas, normalizó que se calificara de pro-terroristas a los independentistas catalanes. Lo he dicho muchas veces, la ultraderecha en España no tienen como epicentro principal de su discurso ni a los inmigrantes ni a las instituciones europeas. El fundamento de su ser es la defensa acérrima de la unidad de España y su incapacidad de entender la diversidad de pueblos y lenguas (España es una, no cincuenta y una) y de entender o comprender el porqué de las legítimas aspiraciones de quienes com más o menos apoyos no quieren continuar siendo parte de España.         

Con ex dirigentes del PP, como José María Aznar, que sigue creyendo que el verdero autor de los atentados del 11-M fue ETA, y sectores del mismo PP exigiendo más mano dura con Cataluña y Euskadi (abortando si fuera posible la disolución de ETA porque contra ETA luchaban mejor), surgió Vox, que se les permitió crecerse ejerciendo de acusación popular el Tribunal Supremo, donde muchos de sus jueces y fiscales calificaron al indepedentismo pacífico de ser violento, pretendiendo aplicar la misma estrategia que con ETA. 

Una vez deshumanizado y criminalizado el enemigo, resultó que el independentismo dio sus votos en la moción de censura contra Rajoy, que llevó a Pedro Sánchez al gobierno. Gobierno que acabaría siendo de coalición con Podemos. Y la derecha tumpista y determinados medios también deshumanizaron a Podemos al calificarlos de bolivariano y chavista. Repitieron una y otra vez que el gobierno PSOE-Podemos era legal pero ilegítimo.   

Y en Madrid hay una presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que emula los métodos y el lenguaje de Trump, Bolsonaro y Matteo Salvini, con su eslogan de "comunismo o libertad", su Madrid first, que compite con la dirigente de Voz, Rocío Monasterio, que miente y lo tergiversa todo constantemente. Pero esta competencia de Ayuso con Monasterio no niega que ambas ya han pactado ponerse de acuerdo para gobernar Madrid.

Esta descalificacion del adversario, y la consderación que el gobierno de Pedro Sánchez se sustenta del apoyo de partidos terroristas y separatistas, legitima evidentement que surjan lobos, solitarios o no, que amenacen con balas o cuchillos, como así ha acurrido. Y mientras Vox hace dos años y medio sí tomó en serio la amenaza del vigilante de seguridad y tirador de Terrassa, Manuel Murillo, que pedia ayuda por Whastapp para matar a Pedro Sánchez, y Ortega Smith conminó a la dirigente de Vox de Sabadell que le informó de los Whatsapps, de denunciarlo a los Mossos d'Esquadra, ahora Rocio Monasterio cuestiona la autencidad de las amenazas. Y de la mano de Díaz Ayuso incedia e intoxica como Trump, quien por cierto acabó lanzando a sus hooligans a asaltar el Capitolio. Esta es la consecuencia de la toma de partido del rey Felipe VI, de la radicalización del PP y de la normalización como partido patriota de gobierno de Voz. Esperemos que si el 4-M ganan en Madrid las izquierdas nadie se crea legitimado para asaltar su Capitolio. Porque en las redes y digitales salvadores de España ya se insinua que puede haber pucherazo con  una imposible amnipulacióndel voto por correo, y en la redes se dice que el PSOE repetirá lo que ocurrió el 11M para desalojar a Aznar de la Moncloa. Quienes dicen o insinuan eso, siguen creyendo que las bombas de los trenes las puso ETA.       




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