Francia, ¿última oportunidad?
Esta escena mucho más épica y realista que el “¡No pasarán!” que también mucha gente tuiteó ayer al conocer los resultados, es según reconoció el ex dirigente del PP y fundador de Vox, Alejo Vidal-Quadras, su escena de cine favorita. El político catalán lo explicó hace treinta años en el programa de TV3, Tres Senyores i un Senyor, en el que las entonces jóvenes Gemma Nierga, Susanna Griso y Fina Brunet entrevistaban cada semana a un personaje masculino al que después le hacían hacer alguna prueba . Y en el programa confesó que cada vez que veía la escena del canto de La Marsellesa en el Café de Rick, se le escapaban las lágrimas porque representaba el triunfo del bien frente al mal. Sabiendo que Vidal-Quadras había dicho en alguna entrevista que esa era su película favorita le pidieron que representara la escena final de la despedida al pie del avión con Susanna Griso haciendo de Ilsa, el personaje de Ingrid Bergman, y él de Rick, Humphrey Bogart. Representación que quedó magnífica.
No sé ayer que pensaría Vidal Quadras al ver que Twitter se llenaba de su escena favorita para celebrar que el Reagrupamiento Nacional de Le Pen había sido derrotado quedando en tercer lugar, gracias al sacrificio que hicieron millones de votantes conservadores que, para que el bien derrotara el mal en segunda vuelta votaron al Frente Popular en las circunscripciones en que el partido de Macron se había retirado. Y gracias también a que en aquellas que quien se retiró fue el Nuevo Frente Popular, sus votantes no dudaron en votar al centro derecha conservador. Vidal Quadras ha mantenido en estos últimos años unas buenas relaciones y una equidistancia entre Vox y PP, pero no me cabe duda de que él ayer en Francia hubiera optado por Le Pen y Bardella, si la alternativa hubiera sido votar a la izquierda. Y si hubiera tenido que elegir entre un candidato macronista y uno lepenista, creo que hubiera optado por el de Reagrupament Nacional al igual que el PP no tiene ningún problema para pactar por todas partes con Vox.
Esa consideración de que el Frente Nacional y también sus amigos como Vox, Meloni u Orbán es el mal, se demostró ayer que la tienen millones y millones de franceses que tienen claro que Le Pen, aunque sea más moderna que Meloni o Vox en cuestiones como el aborto o el matrimonio homosexual, es el mal. Tienen claro que el Reagrupament Nacional es un caballo de Troya que quiere destruir los valores de la República Francesa y del proyecto europeo.
Muchos pensábamos que como decían las encuestas, Bardella quizás sería la fuerza más votada, si bien no tendría mayoría para gobernar, lo que provocaría una dificultad para gobernar o incluso para que Macron dudara de nombrarle Primer Ministro si quedaba muy lejos de los 289 escaños, lo que causaría una situación de inestabilidad institucional. El escenario ahora es diferente, Bardella y Le Pen sólo han conseguido 143 escaños, pero es necesario un acuerdo entre el Nuevo Frente Popular de Mélenchon y los macronistas de Gabriel Attal. Y ahí está el principal escollo, que Mélenchon tiene un modelo y unas maneras poco propicias al pacto y, además, su estrategia no es compartida por los socialistas, comunistas y ecologistas que formaban parte junto con la Francia Insumisa del Nuevo Frente Popular. Por lo que la única opción viable sería que el nuevo primer ministro tuviera el apoyo del centro y la derecha y de los socialistas, ecologistas y quizás comunistas, sin el rechazo frontal de Mélenchon. Pero si Mélenchon se opone, se genera una situación ingobernable y hay que repetir elecciones en un año y parece evidente que muchos franceses conservadores que votaron a la izquierda para evitar el triunfo de Bardella, el mal, quizá se quedarían en casa y se abstendrían.
Se dice que Macron disolvió la Asamblea Nacional pensando que ganaría sin una mayoría suficiente Bardella, el Reagrupamiento Nacional sería incapaz de gobernar, lo que motivaría que en las presidenciales de 2027 y en unas hipotéticas parlamentarias avanzadas Le Pen se hundiría. Pero ahora quienes deben pasar la prueba son las izquierdas y los suyos. De hecho, sólo si ahora con un clima de paz institucional los socialistas, ecologistas y el centro derecha se recuperan y ocupan los espacios que dejaron vacíos, se podrá evitar que en las presidenciales de 2027 o en unas nuevas elecciones parlamentarias, Le Pen y Bardella obtengan los votos que las encuestas les daban y se hagan con el poder en Francia.
Por cierto, si en la Catalunya Nord todos los escaños han ido al Reagrupament Nacional que desde ayuntamientos como el de Perpiñán está eliminando todo lo que queda de cultura catalana y había anunciado que si ellos gobernaban expulsarían a Puigdemont, en el País Vasco francés los tres escaños han ido al Frente Popular que allí hacía campaña también en euskera y utilizando la sigla bilingüe “Frente Popular-Fronte Herritar”.