El investigador especializado en extrema derecha publica el libro titulado Els ultres són aquí: De Plataforma per Catalunya a Vox,
que radiografía a la derecha radical en Catalunya y España. Está
convencido que la crisis del PP favorecerá al partido de Abascal.
Xavier Rius Sant es el autor de un nuevo libro publicado por Pòrtic Edicions titulado Els ultres són aquí: De Plataforma per Catalunya a Vox, donde el veterano periodista freelance experto en la extrema derecha traza, con un montón de datos, nombres, historias, eventos y contexto, una enciclopédica genealogía de la derecha radical en el Estado español, sus interferencias con la derecha conservadora, sus referentes internacionales y sus reminiscencias con el franquismo y otras formas de fascismo.
Si bien la
investigación de Rius Sant detalla la fundación y la evolución de Vox y
el rearme simbólico del nacionalismo español, también desgrana, con
conocimientos y detalles, todo lo que hay a la derecha de la
ultraderecha entre el asociacionismo cultural y el strasserismo -el
neonazismo más recalcitrante-. Con experiencia en el periodismo
internacional y de guerra y la enseñanza, Rius Sant, autor también del
ensayo Xenofòbia a Catalunya (Edicions de 1984) y de una novela, gestiona un blog que es una fuente de referencia, con contenidos insider y
testimoniales, sobre la temática que trata esta entrevista. El libro
explica el paradigmático asunto de una canción de hip hop interpretada
durante un acto de Vox en octubre de 2021, que desnuda al partido y
constata que "la ultraderecha, aunque pretenda maquillar su imagen, es
lo que es, y viene de dónde viene".
El libro arranca con una cena en el
2009 en un chalé de Sant Just Desvern (Barcelona) entre Montserrat
Nebrera, Joan Garriga y Josep Anglada. ¿Es la génesis de una alternativa
a la derecha del PP? ¿Por qué es relevante el desenlace?
Porque varias
personas del sector nebrerista del PP catalán –el sector más conservador
del partido– como Joan Garriga –el número dos de Nebrera– o Jorge
Buxadé entrarán en Vox. De hecho, los nebreristas, después de disputar
con Alícia Sánchez Camacho –del sector más liberal– la dirección del
partido y perder, sondearon la posibilidad de que Nebrera entrara en Plataforma per Catalunya (PxC) con
Anglada. Pero cuando el notario Santiago Gotor y Garriga planteó que,
con la entrada de Nebrera y de ellos mismos en PxC, sería bueno que la
cabeza de lista fuera Nebrera, dado que como ex diputada tendría más
proyección, Anglada dijo: "El líder soy yo!" y no hubo acuerdo. Esto no
quita que gente como Garriga entrara en PxC. En cambio, su primo,
Ignacio Garriga –estudiante de odontología y militante del PP– y su
promesa, ambos del Opus Dei, fueron a las listas del nuevo partido de
Nebrera, Alternativa de Govern, pero salieron de ella asustados al ver
el falso vídeo porno que protagonizó Nebrera aquella campaña electoral
de 2010 [para los comicios al Parlament]. Y Buxadé –muy bien conectado
con la ultraderecha de Barcelona– se lo miró desde fuera, desde el PP,
que es lo que hizo hasta el 2015, cuando dio el salto a Vox.
Si Vox es una escisión del PP de
los sectores que consideran a Mariano Rajoy como un dirigente moderado y
blando que no ha derogado las leyes de la memoria histórica, el
matrimonio homosexual, el aborto, ni se ha opuesto a la doctrina Parot,
que encabezada por Alejo Vidal-Quadras fracasa en las elecciones
europeas de 2014, ¿qué hace posteriormente para consolidarse?
El tema es: ¿cómo
Vox se sostiene en Madrid con Abascal cobrando un sueldo como el de un
cargo público? En el programa 360º de Eider Hurtado en EITB en el año
2018 titulado Vox, la ambición de Santiago Abascal,
aparece el exvicepresidente de Vox Juan Jara y el exresponsable de Vox
en Extremadura Carlos Caldito, diciendo que se han marchado porque se
han dado cuenta de que Vox es un negocio personal de Abascal y que éste
se queda las cuotas de los militantes. Es un tema que nunca se ha
aclarado.
Habitualmente se menciona que un
heterogéneo grupo opositor de Irán financió los orígenes de Vox, pero
esto parece eclipsar también la información de Wikileaks publicada en 2021 por 'Público' en la que se desvela que grandes fortunas y altos ejecutivos financiaron a Vox a partir del lobby ultracatólico Hazte Oír.
Que ese dinero que
fue de Hazte Oír fue después a Abascal no se ha podido demostrar. En
cualquier caso, Vox no salió de la irrelevancia gracias a Abascal –sus
campañas y vídeos de agitación, como el que salía montando a caballo,
fracasaron electoralmente– sino cuando Ortega Smith tuvo el espacio libre para comparecer como acusación popular, cuando Manos Limpias,
que lideraba la acusación popular contra el 9-N, es desarticulado por
extorsión y Ortega Smith comienza a ganar cuota en los telediarios.
Comparece en la Audiencia Nacional, en el Tribunal Superior de Justicia
de Catalunya (TSJC), en el juzgado [de instrucción número] 13 [de
Barcelona] o en el Supremo pidiendo medidas cautelares contra los
independentistas o que se aplique el tipo de rebelión y consigue
muchísima visibilidad.
La explicación dominante sostiene
que Vox surge y crece a causa y gracias a la cuestión catalana: "El
independentismo despertó a la derecha radical". Sin embargo, también hay
quien argumenta que el fascismo de hoy ha utilizado la lucha contra el
independentismo para blanquearse y legitimarse ante la sociedad
española.
Vox, que inicialmente no explota la inmigración como hace la ultraderecha europea, no suma suficientemente yendo a manifestaciones contra el aborto. Yendo a protestar contra la memoria histórica no suman lo suficiente. Yendo a protestar por no tocar el Valle de los Caídos no suman lo suficiente. Las comparecencias judiciales les dan visibilidad, pero Vox no es culpa del Procés. Las elecciones anticipadas en Andalucía de 2018 son importantes. Tras la moción de censura a Rajoy con el voto favorable de Bildu, ERC y PDeCAT, Ciudadanos retiró el apoyo al gobierno de Susana Díaz en la Junta de Andalucía, y durante la campaña electoral, no se habló de temas como el caso de los ERE o de agricultura sino de Catalunya o del "pacto PSOE-Bildu".
Vox, que juega muy bien las campañas mediáticas, llegó a organizar a través de la Fundación Denaes una masiva manifestación en Madrid por la unidad de España el día de reflexión, que el PP no apoyó. Copando toda la información, este acto proyectó la imagen de Abascal y Ortega Smith como los líderes de la línea "España una y no cincuenta y una". También es determinante que el PP, desde la noche de las elecciones andaluzas, dio por válido pactar con Vox y Ciudadanos para presidir la Junta. Un patrón que ha ido repitiendo [por ejemplo en Madrid o Murcia] y ha legitimado, normalizado y hecho crecer a Vox.
Recientemente el investigador
Sergio Gracia ha publicado una comparativa en la que muestra que las
"100 medidas de Vox por España" son en gran parte, una adaptación de
escritos de Ramiro Ledesma Ramos y de José Antonio Primo de Rivera.
¿Cuánto falangismo hay en Vox?
La idea de Estado de Vox es la de un Estado con provincias y no autonomías y la de un regreso a la "democracia orgánica". Sin cuestionar el sistema multipartidista, Vox pone énfasis en instituciones de gobernanza del ideario franquista como los municipios o la familia. Aquí podría ser interesante el rol [por ejemplo] de Ortega Smith –que ha tenido un pasado falangista mucho más alto y potente de lo que él ha explicado– en la elaboración de las 100 medidas para "España viva". La medida 86, sobre la penalización de la ocupación y la despenalización del uso de armas en defensa propia, propone la promulgación de leyes antiusura, con un argumento propio de la ultraderecha clásica.
El 3 de junio de
2018, en un acto multitudinario de Vox en Barcelona, Buxadé se estrenó
con un discurso, que como explico en el libro, afirma que "el Estado
autonomista y de partidos" ha privado al hombre de esas instituciones
que le empoderaban: "El municipio, la familia y el sindicato" –los
argumentos del nacionalsindicalismo–. Puede parecer contradictorio
atendiendo a que Buxadé es del Opus Dei, y la Falange y el Opus Dei
nunca se han llevado demasiado bien... pero él reivindica este
posicionamiento.
¿Qué rumbo toma Vox? Mucho se ha
hablado sobre la posibilidad de que el partido, como hizo Marine Le Pen
en Francia, estuviera por la tarea de penetrar y arrancar votos entre la
clase trabajadora, pero parece más un espejismo que una realidad.
En Vox existe una
lucha entre sectores, por un lado el trumpista y neoliberal –Iván
Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio o Rafael Bardají–, y por
otro, el sector falangista –los de "Franco hizo la Seguridad Social,
vivienda pública, la educación gratuita, las vacaciones de agosto y la
paga del 18 de julio"– y el partido va tirando entre las dos.
¿Qué estrategias se están poniendo
en marcha desde Vox? Si Vox aspira a convertirse en la fuerza
hegemónica de la derecha y sus referentes europeos son principalmente
Orbán y Morawiecki –primeros ministros de Hungría y Polonia,
respectivamente–, ¿piensa que el identitarismo católico ha hecho el
'sorpasso' al populismo de extrema derecha que han representado hasta
ahora Salvini o Le Pen?
"Lo que es una
incógnita es lo que va a pasar con Díaz Ayuso, que gracias a un discurso
muy cercano a Vox, un discurso muy trumpista, mejoró sus resultados"El
sorpasso ya lo han hecho y se ha visto claro en las elecciones en
Castilla y León. Lo que es una incógnita es lo que va a pasar con Díaz
Ayuso, que gracias a un discurso muy cercano a Vox, un discurso muy
trumpista, mejoró sus resultados –rozando la mayoría absoluta– y
ralentizando el auge de Vox. Hasta ahora el PP había legitimado a Vox
como un partido de gobierno y aceptado muchos de sus argumentos y
propuestas. Y pase lo que pase [Rius Sant se refiere tanto la formación o
no de gobierno en Castilla y León como al asunto Casado/Ayuso], Vox
saldrá beneficiado.
¿Cuál es la relación entre la ultraderecha clásica, más marginalizada y Vox?
A diferencia de lo
que casi ocurre en toda España donde Vox es una escisión del PP, en
Catalunya Vox congrega en sus filas a gran parte de la ultraderecha
clásica. No sólo porque PxC se hizo con el control de la ejecutiva de
Vox en Barcelona. El presidente de Vox en la provincia de Barcelona es
el ahora diputado Joan Garriga Doménech, ex de la ejecutiva de PxC; la
secretaria, Mónica Lora, ex secretaria general de PxC, y el
vicesecretario de organización, Jordi de la Fuente, ex secretario de
organización de PxC y antiguo candidato a la Generalitat por el neonazi
MSR [Movimiento Social Republicano]. De los dos diputados catalanes en
Madrid, uno es el abogado Juan José Aizcorbe, que había estado en listas
de Fuerza Nueva, Frente Nacional y Juntas Españolas, y el otro, el
también abogado Juan Carlos Segura Just, que en 1984 fue condenado a un
año de cárcel por el ataque con cócteles molotov en la sede catalana de
la UCD y absuelto de quemar la figura de Juan Carlos I en el Museo de
Cera de Barcelona.
Por otra parte,
mucha de la gente de esta ultraderecha clásica se ha pasado a Vox, y eso
les ha debilitado mucho. Una de las consecuencias de la ruptura de la
federación Respeto [integrada por PxC, el Partido por la Libertad (PxL) y
España 2000], y el paso de PxC y PxL a Vox, es la radicalización de
España 2000 –protagonistas en los incidentes de la manifestación del 12
de octubre de 2020 en el barrio valenciano de Benimaclet, impulsores con
Bastión Frontal del acto de homenaje a la División Azul [el acto del
mediático discurso antisemita de la joven neonazi] y la polémica marcha
homófoba en el barrio madrileño de Chueca con el histórico cabeza-rapada
de Ultra Sur y Juventudes Canillejas Alberto Ayala. Otros
ultraderechistas mantienen una posición hostil con Vox, a quien acusan
de abrazar el liberalismo y a Israel.
¿La crisis ruso-ucraniana puede
dividir y enfrentar entre sí a las familias de la ultraderecha y a los
diferentes sectores dentro de Vox?
"Una de las cosas
que ha alejado mucho a Aznar y su entorno de Vox es que Aznar es un
acérrimo atlantista y en cambio Vox evita defender a la OTAN"Está claro que sí. Mientras el gobierno de Polonia pide la ayuda de la OTAN, el de Hungría apoya a Putin. Le Pen también tiene buenas relaciones con Moscú. Una de las cosas que ha alejado mucho a Aznar y su entorno de Vox, es que Aznar es un acérrimo atlantista y en cambio Vox evita defender a la OTAN. De la misma forma, también existen contradicciones con temas como el del matrimonio homosexual o el aborto entre Marine Le Pen, Geert Wilders o Alternativa por Alemania frente a la extrema derecha de Polonia, Hungría y de la Europa del Este.
Ahora otro motivo de divergencia es éste [la crisis ruso-ucraniana]. ¿Cómo juntas en un solo grupo [en el Parlamento Europeo], cómo reclaman Orbán -cuyo partido ha sido expulsado del PP europeo y se encuentra actualmente entre los No inscritos– o Abascal a las diferentes tendencias de la extrema derecha europea? ¿Antiabortistas con partidarios del derecho al aborto? Incluso el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos –donde está Vox– vive con las contradicciones. La vicepresidenta de este grupo, donde se encuentra Buxadé, es la eurodiputada por Nueva Alianza Flamenca Assita Kanko, originaria de Burkina Faso; la que dio la bienvenida a Puigdemont y Comín cuando éstos fueron a recoger sus actas de eurodiputados. Hay muchas contradicciones en la ultraderecha a nivel europeo y esto hace que sea difícil que se agrupen.
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