Avui es compleixen 30 anys de l'atemptat d'ETA a Hipercor a Barcelona. Aquell atemptat es va produir 9 dies després de les eleccions europees en les que Herri Batasuna va obtenir a Catalunya 39.693 vots.
La campanya electoral de HB a Catalunya la van fer alguns grups independentistes i, sobretot, partits com el Moviment Comunista i la Lliga Comunista Revolucionaria. Aquest grups s'havien implicat a fons els quatre anys abans en els moviments paficistes, ecologistes, anti-OTAN i d'objectors de consciència, i durant la campanya van esquivar retrets de com podien demanar el vot per un partit polític que tenia a membres d'ETA a les llistes, no condemnava els atemptats terroristes i justificava l'assassinat de la seva exdirigent Yoyes per haver deixat l'armes. Es van dir coses tan gruixudes com que l`assassinat de Yoyes estava justificat "com l'execució d'un general que deserta i abandona".
Jo que en aquell època militava activament al Casal de la Pau de Barcelona i el Moviment d'Objectors de Consciència vaig veure com durant la campanya electoral de les europees el Casal es buidava de militants en estar molts ecologistes, antiOTAN, pacifistes i antimilitaristes fent campanya per Herri Batasuna.
Dos dies després de les eleccions, ETA va fer l'atemptat a la petroquímica de Tarragona-Reus, Enpetrol i des d'aquest sectors ecologistes-pacifistes i el MCC i la LCR que havien fet campanya per HB és va negar la veracitat que fos ETA l'autora de l'atemptat. Vaig sentir gent que em deia que l'atemptat era un muntatge de l'estat per criminalitzar als 40.000 catalans que havien votat HB.
Però una setmana més tard ETA va posar el cotxe bomba a Hipercor causant 21 morts. I molts d'aquests companys pacifistes i ecologistes, tot i lamentar o condemnar l'atemptat donat que havia mort civils innocents, no van trencar amb Herri Batasuna ni va qualificar el fet del que era, un crim.
Llavors jo vaig publicar aquest article a El País que va ser força polèmic:
XAVIER RIUS I SANT
La gravedad de los recientes atentados de ETA en
Cataluña tampoco ha logrado sacar de su persistente actitud de silencio
al movimiento pacifista. Según el autor, la pasividad ante las muertes,
los secuestros y las extorsiones de los terroristas pone en cuestión los
objetivos de las organizaciones que se reclaman del pacifismo.
El País, 16 de julio de 1987, Xavier Rius
Muchas cosas han ocurrido recientemente en Cataluña a las que el
movimiento pacifista no ha dado respuesta. Así, ese movimiento, que tras
las matanazas israelíes en los campos palestinos, el ataque
norteamericano a Libia o la visita de Reagan a Madrid, se movilizaba, no
ha salido a la calle o ha realizado lamentaciones ambiguas ante el
atentado de ETA en Tarragona o la mantanza alevosa de Hipercor.Ello es
debido en parte a que el Movimiento Comunista (MC) y la Liga Comunista
Revolucionaria (LCR), fuerzas políticas con más implantación en la
Coordinadora Estatal de Organizaciones Pacifistas (CEOP), pidieron el
voto e hicieron campaña en favor de Herri Batasuna (HB). Tras la derrota
del referéndum, la Plataforma Cívica por la Salida de la OTAN,
controlada por el Partido Comunista de España (PCE), se disolvió,
mientras que los sectores de la CEOP no adscritos a partidos, como los
grupos ecologistas, no violentos, objetores, colectivos de la revista En Pie de Paz,
etcétera, se fueron automarginando de la Coordinadora Pacifista por
imposibilidad de llevar a la práctica una estrategia distinta a la que
decidían el MC y la LCR.
Para
conseguir los votos que necesitaba HB fuera de Euskadi para acceder a
un escaño, se crearon los comités de apoyo a HB, formados por el MC y la
LCR, juntamente con unos grupos independentistas catalanes y gallegos.
Es cierto que HB y ETA no son una misma cosa, pero el incluir dicha
coalición a presos etarras como candidatos a lehendakari o a la presidencia de Navarra demuestra que existe dicha relación.
Ahora bien, si fueron estos partidos extraparlamentarios quienes
pegaron los carteles e hicieron de interventores en las mesas
electorales, los argumentos para votar HB los dieron Barrionuevo y
Roldán con las actuaciones de la Guardia Civil en Reinosa; policías y
magistrados barceloneses, al detener los unos y condenar los otros a un
grupo de jóvenes del distrito de Nou Barris, de Barcelona; Solchaga, con
su política social, y los jueces andaluces, con su persistencia de
encarcelar a jornaleros.
Antes de las elecciones, ETA mataba a policías, y ni HB, ni el MC, ni
la LCR, ni el Moviment de Defensa de la Terra (MDT) lo condenaba. Antes
de las elecciones, ETA mató a Yoyes, y los partidos con más fuerza en
la CEOP callaron. ¿Con qué autoridad moral se puede criticar al ministro
Serra por reimplantar la pena de muerte en el Código de Justicia
Militar, si se pide el voto para HB y no se condenan las ejecuciones de
ETA?
¿Cómo se puede luchar contra la ley antiterrorista y no criticar
secuestros en los que tampoco se goza del derecho de un abogado, con la
salvedad de que en alguna ocasión han acabado con un tiro en la nuca?
¿Cómo pueden encabezar abogados madrileños asociaciones contra la
tortura si piden el voto para HB? ¿En base a qué se puede criticar el
aumento de los presupuestos militares y la venta de armas al Tercer
Mundo, si se apoya a una fuerza política que incluye en sus listas a
miembros de una organización militarista que se rearma y mata cada vez
más?
¿Qué credibilidad pacifista tiene aquel que apareció durante la
campaña anti-OTAN en los televisores y periódicos como máximo
representante de la coordinadora pacifista pidiendo el no a la
OTAN en nombre de la paz, si luego aparecen colaboraciones suyas
pidiendo el voto para una coalición que incluye entre sus candidatos a
presuntos autores de los atentados? ¿Con qué autoridad moral se puede
criticar la proliferación de centrales nucleares, mientras se pide el
voto para la coalición que defiende, comprende o justifica a quienes
estuvieron a punto de causar una catástrofe en Tarragona? ¿Es volando un
complejo petroquímico como se lucha por "un mundo en paz y ecológico"?
Lamentaciones hipócritas
Tras los atentados de Tarragona y Barcelona, ETA lementó haber
cometido un error en Hipercor, HB criticó el atentado sin condenarlo y
el MC de Cataluña, juntamente con la LCR, el MDT y los otros grupos que
formaban el comité de apoyo a HB en Cataluña, los condenaron, pero se
reafirmaban en su apoyo político a HB. Ahora bien, mientras la coalición
abertzale no deje de incluir a etarras en sus
candidaturas, sus palabras de condolencia sólo serán lamentaciones
hipócritas. Estas lamentaciones, críticas y condenas, sólo se han
producido al haber causado el atentado víctimas inocentes, lo que significa que no condenan los atentados contra víctimas culpables, lo cual es la aceptación mayor de la pena de muerte, tanto por parte de HB como por dichos dirigentes pacifistas.
España, con todas sus imperfecciones, a pesar de las reaccionarias
declaraciones del ministro del Interior, es un régimen democrático. En
una democracia, los derechos humanos no son algo adjetivo, sino
sustantivo. No tienen color ni ideología, son para todos. No se puede
seguir permitiendo que los partidos con más implantación en el
movimiento pacifista defiendan los derechos humanos de unos y no de
otros. Las acciones violentas de los milis no son justificables por la existencia real de casos de tortura en España.
El derecho legítimo a la autodeterminación de los pueblos puede
defenderse con medios pacíficos. No se puede justificar eternamente a
ETA en base a que su violencia es la respuesta a otra anterior.
Llamo al movimiento pacifista a que, conjuntamente con las
asociaciones pro derechos humanos y contra la tortura, sin abandonar las
campañas contra las bases norteamericanas, la objeción fiscal o la
lucha contra la ley antiterrorista, inicien una campaña contra la pena
de muerte, en un momento en que muchos sectores del pueblo español
reclaman su reinstauración. Pero una campaña que se oponga a toda aplicación de la pena de muerte: ni a los etarras ni a los empresarios que defraudan a ETA, los policías o los porteros de noche de empresas con capital francés.
Xavier Rius i Sant es objetor de conciencia y fundador del Movimiento de Objetores de Conciencia en Cataluña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de julio de 1987
--------------------------------------------------------------
ETA, País Vasco, Euskadi, Bilbao, televisión, terrorismo, opinión, ETA, independencia, terrorismo