Xavier Rius Sant
Opinions, anàlisis, informacions i notícies sobre immigració, ultradreta, drets humans, seguretat, gihadisme i política internacional, en aquests temps d’incerteses. També escric sobre el Moianès i política catalana (contacte:xrius1@gmail.com)
divendres, 12 de setembre del 2025
El Col·legi de Periodistes de Catalunya em nomena "col·legiat d'honor". L'acte es farà el dimarts 30 de setembre al migdia
Parlo a la Tarda de Catalunya Ràdio sobre la reunió del grup Patriotas que celebra Vox a Vistalegre
dilluns, 8 de setembre del 2025
ACUSAR ISRAEL DE GENOCIDI NO ÉS NI ANTISEMITISME NI ANTISIONISME. Ho explico al Triangle
diumenge, 7 de setembre del 2025
Entrevista al digital El Crític sobre Aliança Catalana
diumenge, 31 d’agost del 2025
SORTIDA DE LA FLOTILLA CAP A GAZA DEL PORT DE BARCELONA
Vídeos de la sortida de la Flotilla cap a Gaza des del Moll de la Fusta de Barcelona
Greta Thunberg, Thiago Ávila i Ada Colau a bord
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dimecres, 13 d’agost del 2025
NETANYAHU SENSE FRE, El Triangle
Xavier Rius El Triangle, 12 de agosto de 2025
El escritor israelí David Grossman declaró hace unos días, en una entrevista del diario italiano La Repubblica, que en Gaza se está produciendo un genocidio. Se castiga colectivamente a la población impidiendo que entre comida y medicinas, se destruyen la mayor parte de las casas y la red de agua potable, y se mata diariamente a docenas de personas en las colas de recogida de alimentos. Grossman es un sionista, que cree en el derecho de Israel a existir y tener un estado seguro y en paz. Y siempre creyó que se tenía que llegar a un pacto con los palestinos para que estos tuvieran también su estado. No sólo porque los palestinos lo merecían sino también porque si estos no tienen esperanza y las garantías de poder vivir con todos los derechos y que se respete su identidad, Israel nunca tendría la paz y seguridad a la que aspiraba cuando se creó.
En el actual contexto en que cada vez más países reconocen el Estado de Palestina y tribunales nacionales o internacionales imponen órdenes de detención contra dirigentes israelíes y también contra militares y soldados por los crímenes cometidos en Gaza y Cisjordania, Netanyahu y aquellos sectores lamentablemente mayoritarios de la sociedad israelí que le apoyan se enrocan. Unos negando lo que es evidente, mientras otros lo justifican y dicen que se tiene que ir mucho más allá. De hecho emulan lo que afirmaban hasta hace unos años sectores de la extrema derecha europea en relación al Holocausto nazi cuando unos negaban que hubiera existido mientras otros afirmaban que el error que se cometió fue dejarlo a medias.
La propaganda del gobierno israelí y las principales cadenas televisivas, la prensa y las gacetas digitales leales al gobierno niegan que se esté haciendo un genocidio o exista la voluntad de hacerlo. En cambio el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y el de Finanzas, Bezalel Yoel Smotrich, no dicen que se esté haciendo pero si justifican las matanzas y el hambre con que se castiga a la población, proponiendo que estas medidas deben mantenerse y endurecerlas y no dejarlas a medias. Así, los líderes israelíes repiten en relación a Gaza y Cisjordania las versiones que tenían los ultras europeos antes de hacerse repentinamente prosionistas, cuando unos decían que el Holocausto como tal no existió, mientras otros lo que lamentaban era que no se hubiera llegado hasta el final.
Netanyahu el domingo pasado negó ante un grupo de periodistas extranjeros que se estuviera perpetrando ningún genocidio en Gaza afirmando que «si lo hubiéramos querido hacer, lo hubiéramos hecho en solo una tarde». Una afirmación que sorprende saliendo de la boca de alguien que debería conocer bien el Holocausto, cuando Hitler tardó cinco años para matar a seis millones de personas. Primero haciendo pasar hambre a los que encerraba en los guetos y campos inicialmente de trabajo y haciendo fusilamientos masivos como los de Ucrania en 1941. Pero luego diseñando el industrial sistema de cámaras de gas con fosas comunes masivas y crematorios. Por eso ignoro en qué método mágico y rápido piensa Netanyahu cuando dice que si quisiera, él podría eliminar en solo un día a la tercera parte de personas que Hitler mató y enterró o quemó en cinco años.
Ahora, el gobierno israelí no disimula que la muerte de seis periodistas de Al Jazira, entre ellos el popular Anas al Sharif, fue deliberado, propone ocupar toda la ciudad de Gaza y expulsar no sabemos hacia dónde un millón de personas. Una ocupación permanente de todo Gaza a la que se opone el jefe estado mayor Eyal Zamir, un militar nada pacifista, pero que como militar sabe las consecuencias que esta acción podría tener a medio plazo teniendo en cuenta el número limitado de soldados de lo que dispone Israel y que en ningún caso haría que el Israel del día siguiente de la ocupación tuviera más seguridad. El apoyo incondicional de alguien como Donald Trump no suple la falta de efectivos humanos para aplicarla más allá de la consideración de que si Egipto y Jordania continúan oponiéndose a quedarse los dos millones de gazianos que Netanyahu quiere expulsar, con tanta muerte y humillación, matando de hambre y epidemias a la población, lo único que conseguirá será una nueva generación de jóvenes palestinos ansiosos de justicia y venganza.
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dijous, 24 de juliol del 2025
Nou genocidi cent anys després del "Mein Kampf". El Triangle
dissabte, 19 de juliol del 2025
Intervencions i entrevistes a la SER, Ràdio 4, Ràdio Estel i al Telenotícies sobre els incidents racistes de Torre Pacheco
Aquesta setmana, a part de l'article que he publicat a La Vanguardia i de l'entrevista que em va fer Marina Romero al Més 3/24 parlant dels incidents de Torre Pacheco, també m'han entrevistat a Aquí Catalunya, a la Cadena SER, El Matí de Ràdio Estel, el programa Son 4 dies, de Ràdio 4 i el Telenotícies Migdia del 14 de juliol. També em cita a El País, Ángel Munàrriz
divendres, 18 de juliol del 2025
El CEO y Torre Pacheco. La Vanguardia
Xavier Rius Sant, periodista. La Vanguardia, divendres 18 de juliol de 2025
El barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), hecho público el miércoles, apuntando que si celebraran elecciones catalanas Vox crecería ligeramente y Aliança Catalana pasaría de dos a diez u once escaños, ha coincidido con la detención en Mataró del líder de un grupo que desde las redes sociales había realizado las convocatorias a “salir de cacerías” o atacar a inmigrantes magrebíes en Torre Pacheco. Grupo creado hace seis meses llamado “Deport Them Now” —Deportémoslos Ahora— que se había dado a conocer convocando conjuntamente con Vox diversas manifestaciones en favor de la expulsión de inmigrantes y contra centros de menores. Evidentemente una cosa es pedir la expulsión de los inmigrantes irregulares, otra de los que delinquen, u oponerse a la acogida de menores no acompañados, pese a que la convención de derechos del menor firmada por todos los países de la Unión Europea nos obliga. Y otra muy distinta llamar a realizar “cacerías de inmigrantes”. Pero cuando un partido como Vox dice que habrá que expulsar a ocho millones de inmigrantes, pese a que luego matice esta cifra y afirme que sólo “aquellos que delinquen, no tienen papeles, no se integran o tienen religiones extrañas”, de alguna manera da argumentos a quienes como el grupo liderado por el ultra de Mataró, llaman a pasan a la acción directa.
El barómetro del CEO analiza el trasvase de votos hacia Aliança o Vox de quienes en comicios anteriores dieron su confianza a otras formaciones. Pero pese a que muchos independentistas desengañados quieran dar ahora su confianza a Sílvia Orriols, lo verdaderamente importante es el voto de jóvenes que lo hacen por primera vez y de aquellos que en anteriores elecciones se habían abstenido. Sin reconocer que partidos como Vox y Aliança seducen a abstencionistas y a nuevos votantes jóvenes, no se entendería que en las pasadas elecciones europeas, pese a Vox subió pasando de cuatro a seis escaños, la candidatura del activista ultra, Alvise Pérez, consiguió tres con una campaña realizada exclusivamente en las redes sociales y sin exponer programa político alguno.
Aliança Catalana bebe principalmente de dos fuentes. Del rechazo a la inmigración y del desengaño del procés. Mientras los que nos vendieron una independencia exprés no hagan autocrítica de que infravaloraron lo complejo del proyecto, las fuerzas de cada uno y los obstáculos jurídicos, afirmando entonces falsedades como que el dictamen sobre Kosovo de la Corte Internacional de Justicia abría a la puerta a que una secesión unilateral de Cataluña fuera reconocida por la comunidad internacional, y no reconozcan que sabían que eso no podría acabar bien, muchos que lo creyeron, canalizarán su frustración votando a Orriols.
Hacer políticas de interculturalidad y convivencia no es realizar una fiesta de la diversidad con la participación de asociaciones de inmigrantes y comer un cuscús. Es garantizar que los hijos y sobre todo las hijas de los inmigrantes, puedan vivir como deseen, ir de la mano de un amigo no musulmán sin que la llamada “comunidad” las persiga, y dejar de empoderar a supuestos líderes comunitarios que nadie ha elegido.
Y por lo que se refiere al rechazo a la inmigración que manifiesta Vox y Aliança, bebe de un malestar que no va a disminuir con propuestas imposibles de expulsiones masivas. Eso sólo se revierte con políticas sociales que hagan que los vecinos autóctonos o de origen inmigrante de ciertos barrios, no se sientan abandonados por las administraciones y, también, castigando la multirreincidencia, sean de donde sean sus autores. Además si deseamos evitar que ocurra como en barrios de determinadas ciudades de Francia o Bélgica, es preciso escuchar lo que dicen hijas de inmigrantes que viven o crecieron en Catalunya como Hannan Serrouk, Najat el Hachmi o Mimunt Hamido, que lamentan que los poderes públicos y sobre todo los partidos de izquierda, en nombre de una malentendida interculturalidad y respeto a otras creencias, a menudo se laven las manos ante el crecimiento del islamismo como ideología y la generación de contracounidades. Hacer políticas de interculturalidad y convivencia no es realizar una fiesta de la diversidad con la participación de asociaciones de inmigrantes y comer un cuscús.
Es garantizar que los hijos y sobre todo las hijas de los inmigrantes, puedan vivir como deseen, ir de la mano de un amigo no musulmán sin que la llamada “comunidad” las persiga, y dejar de empoderar a supuestos líderes comunitarios que nadie ha elegido. Es garantizar también que la segunda y tercera generación, es decir españoles nacidos aquí, hijos de extranjeros, no se encuentren con un “lo siento, ya está alquilado” cada vez que dan su nombre llamando por teléfono a un anuncio de un piso. Si pese a haber nacido aquí son tratados como eternos forasteros, sentirán un desarraigo que saben manipular después líderes étnicos, bandas juveniles y el islamismo violento o pacífico.
dijous, 17 de juliol del 2025
Analitzo al Més 3/24 amb Marina Romero el baòmetre del CEO que diu que Aliança Catalana pujarà molt, els incidents de Torre Pacheco i el grup que des de Mataró cridava a sortir de "cacera"
Analitzo al Més 3/24 amb Marina Romero el baòmetre del CEO que diu que Aliança Catalana pujarà molt, els incidents de Tore Pacheco, i el grup que des de Mataró cridava a sortir de "cacera"
dimecres, 9 de juliol del 2025
Abascal aprieta, Orriols espera. La Vanguardia
No pasaron ni 24 horas de la clausura del congreso del PP en el que Núñez Feijóo se postuló para ser el próximo presidente de España sin hacer cordón sanitario a Vox, es decir aceptando sus votos, pero excluyendo gobernar en coalición con Santiago Abascal, que la portavoz de Emergencia Demográfica y Políticas Sociales de Vox, Rocío de Meer, expuso la propuesta de expulsar a ocho millones de extranjeros e hijos de extranjeros, muchos de ellos ya nacionalizados españoles. Una propuesta imposible de realizar sin modificar la Constitución por lo que se refiere a los hijos de extranjeros que obtuvieron previamente la nacionalidad española, como es el caso de muchos latinoamericanos. Y que exigiría para el resto la modificación del Código Civil, ya que actualmente sólo se puede retirar la nacionalidad a personas de origen extranjero condenados por delitos muy graves. Y retirar el permiso de residencia permanente en España, que es a la vez un permiso para todo el territorio de la Unión Europea, sin una condena judicial o una acusación de terrorismo, tampoco es posible. Posteriormente ante el revuelo creado Abascal matizó que no proponía expulsar ocho millones sinó únicamente “a los que no respetan a las mujeres, importan una religión extraña, delinquen o han venido a vivir del esfuerzo de los demás”
Siendo los partidos ultras y nacioalpopulistas euroescépticos primera o segunda fuerza política en muchos estados de la Unión, Abascal no quiere conformarse en continuar como tercera y comodín de investidura del PP. Ya lo demostró hace un año cuando abandonó los ejecutivos regionales en los que gobernaba con el PP. Pese a que el futuro de Pedro Sánchez puede cambiar si el caso Koldo, Ábalos y Cerdán aporta indicios que tras la trama estaba la financiación del partido, no parece que los socios de investidura vayan a provocar su caída. Así en las próximas elecciones, sean anticipadas o en 2027, lo que pretende Vox si continua como tercera fuerza y los escaños del PP y Vox suman la mayoría, investir a Feijóo pese a que rechace la mayoría de sus condiciones programáticas, pero quedándose en la oposición. Abascal sabe que confrontando como ahora desde la tribuna del Congreso con Pedro Sánchez, poco rédito puede obtener. Pero en cambió si a quien rebate cada semana es un presidente del gobierno del PP, al que reprochará continuar obedeciendo a Bruselas en inmigración, agenda verde, etc., confía que eso sí le permitiría dar el sorpaso y superar en las siguientes elecciones al PP.
En Cataluña parece que Salvador Illa sí aguantará los tres años que quedan de legislatura, siempre y cuando el PSC no se vea salpicado por la trama. Y será en dichas elecciones catalanas previstas para 2028 en las que las encuestas auguran un exponencial incremento de Aliança Catalana. Pero previamente habrá elecciones municipales en las que Aliança espera conseguir bastantes alcaldías. La duda que tiene Aliança es hasta dónde hacer crecer el partido y el número de municipios en los que presentar candidaturas sin que se les vaya de las manos con listas nutridas de nuevos afiliados. Elecciones en las que competirá con Vox con propuestas similares, pero también con Junts. Por ello Sílvia Orriols el pasado febrero cuando presentó la moción de confianza que abría la puerta a una moción de censura, en el fondo deseaba perder temporalmente la alcaldía para victimizarse, centrarse en la extensión del partido y poder estar más días en el Parlament que es donde obtiene visibilidad.
dimarts, 1 de juliol del 2025
Feijóo i Abascal eperen els seus moments. El Triangle
dimarts, 24 de juny del 2025
Trump força la fi de la guerra amb l’Iran i tothom guanya. Analitzo al Triangle la fi de la guerra d'Isarel amb l'Iran
Trump fuerza el fin de la guerra con Irán y todos ganan
dilluns, 23 de juny del 2025
Fi del programa nuclear o tombar el règim? Analitzo al Punt Avui la impliació dels Estats Units a la guerra d'Israel contra l' Iran
Cinc dies després que Israel comencés els bombardejos contra instal·lacions nuclears, centres de comandament, i matés mig centenar de caps militars i científics, atacs als quals l’Iran va respondre amb drons i míssils –molts dels quals no van ser aturats per l’anomenada cúpula de ferro, van caure a territori israelià i van provocar 24 morts i nombrosos danys–, el president dels EUA, Donald Trump, va fer una piulada a la xarxa social X en la qual exigia a l’Iran “rendició incondicional”. Però, en constatar-se que els míssils, bombes i drons israelians eren incapaços de destruir instal·lacions nuclears com la subterrània de Fordow sense les bombes antibúnquer i els bombarders dels Estats Units, Trump va anunciar que es donava 15 dies per decidir si se sumava o no a la guerra.Cinc dies després que Israel comencés els bombardejos contra instal·lacions nuclears, centres de comandament, i matés mig centenar de caps militars i científics, atacs als quals l’Iran va respondre amb drons i míssils –molts dels quals no van ser aturats per l’anomenada cúpula de ferro, van caure a territori israelià i van provocar 24 morts i nombrosos danys–, el president dels EUA, Donald Trump, va fer una piulada a la xarxa social X en la qual exigia a l’Iran “rendició incondicional”. Però, en constatar-se que els míssils, bombes i drons israelians eren incapaços de destruir instal·lacions nuclears com la subterrània de Fordow sense les bombes antibúnquer i els bombarders dels Estats Units, Trump va anunciar que es donava 15 dies per decidir si se sumava o no a la guerra.
Cinc dies després que Israel comencés els bombardejos contra instal·lacions nuclears, centres de comandament, i matés mig centenar de caps militars i científics, atacs als quals l’Iran va respondre amb drons i míssils –molts dels quals no van ser aturats per l’anomenada cúpula de ferro, van caure a territori israelià i van provocar 24 morts i nombrosos danys–, el president dels EUA, Donald Trump, va fer una piulada a la xarxa social X en la qual exigia a l’Iran “rendició incondicional”. Però, en constatar-se que els míssils, bombes i drons israelians eren incapaços de destruir instal·lacions nuclears com la subterrània de Fordow sense les bombes antibúnquer i els bombarders dels Estats Units, Trump va anunciar que es donava 15 dies per decidir si se sumava o no a la guerra.
Xavier Rius Sant, periodista, 23 de juny de 2025
Cinc dies després que Israel comencés els bombardejos contra instal·lacions nuclears, centres de comandament, i matés mig centenar de caps militars i científics, atacs als quals l’Iran va respondre amb drons i míssils –molts dels quals no van ser aturats per l’anomenada cúpula de ferro, van caure a territori israelià i van provocar 24 morts i nombrosos danys–, el president dels EUA, Donald Trump, va fer una piulada a la xarxa social X en la qual exigia a l’Iran “rendició incondicional”. Però, en constatar-se que els míssils, bombes i drons israelians eren incapaços de destruir instal·lacions nuclears com la subterrània de Fordow sense les bombes antibúnquer i els bombarders dels Estats Units, Trump va anunciar que es donava 15 dies per decidir si se sumava o no a la guerra.
La simple possibilitat que Trump impliqués els Estats Units en una guerra a l’Orient Mitjà va motivar que persones destacades del moviment MAGA que van participar en la campanya per la seva reelecció –com ara el periodista Tucker Carlson; el seu anterior cap de campanya, Steve Bannon, i la congressista Marjorie Taylor Greene– posessin el crit al cel, recordant-li que havia guanyat les eleccions prometent que no participaria en noves guerres. Mentrestant, molts analistes recordaven que una implicació en l’atac a l’Iran posaria en perill els 45.000 soldats nord-americans desplegats a l’Iraq, Jordània, Turquia, Oman, Bahrain, Kuwait i els Emirats Àrabs.
Es diu que tota guerra ha de tenir uns objectius definits. Però en aquesta d’Israel i ara també dels Estats Units contra l’Iran, no sabem quin és l’objectiu. Perquè una cosa és impedir que els aiatol·làs aconsegueixin la bomba atònica, fet que s’estava negociant a Oman per la recuperació de l’acord nuclear que Trump va trencar el 2018. Una altra és negar-los el dret a tenir un programa nuclear civil. I una molt diferent és fer la guerra fins fer caure el règim. Règim que hauria de ser substituït per un de diferent. I, si alguna lliçó han donat canvis de règim aconseguits amb invasions com ara les de l’Iraq i l’Afganistan o bombardejos donant suport a insurgents com a Líbia, és que el que ha vingut després moltes vegades no ha sigut millor. I, a diferència de Líbia, l’Iraq o l’Afganistan, a l’Iran no hi ha cap facció armada, ni tampoc cap xarxa religiosa dissident per prendre el relleu. Sí que hi ha, sobretot a les ciutats, un fort moviment d’oposició de joves i dones, que va agafar força el setembre del 2022 després de la mort de la jove Mahsa Amini. Però no hi ha ni líders ni grups organitzats que puguin capitalitzar-ho. A l’exterior sí que hi ha dos cercles importants de l’oposició. L’un és el de Reza Pahlavi, fill del xa destronat el 1979, que des que va començar l’ofensiva li ha donat suport. Però molts iranians d’una o altra ideologia no han oblidat la sagnant repressió amb què se sostenia el seu pare. L’altre és el del Consell Nacional de Resistència de l’Iran, liderat pels exguerrillers comunistes que s’enfrontaren amb Khomeini quan, un cop derrocat el xa, va imposar la República islàmica, grup que es creu que no té gent organitzada a l’interior.
Hi ha analistes que afirmen que Trump no volia aquesta guerra. Però, un cop Netanyahu va disparar el primer míssil, ell, que no vol donar la imatge de feble abandonant el seu principal aliat, no podia quedar-se enrere. I, amb l’escalada que representa la implicació dels EUA i les conseqüències que provocarà, per exemple amb el probable tancament de l’estret d’Ormuz o els atacs a interessos nord-americans, ningú no sap com s’aturarà. Matar el líder suprem, Ali Khamenei, no significaria la fi del règim, ja que té òrgans per gestionar la successió, com ara l’Assemblea d’Experts, i els poderosos Guardians de la Revolució. I tan cert com que molts joves rebutgen el règim és que molta part de la població és xiïta practicant. I el xiisme es basa en un sentiment de martiri, que s’origina en la divisió que va patir l’islam el segle VII per la successió de Mahoma. I els xiïtes practicants esperen el retorn del dotzè imam o califa, el mahdí. Una figura semblant al messies, que es diu que tornarà a la Terra en un moment de patiment i confrontació, però portarà la justícia i potser també el judici final. Per això a molts xiïtes no els espanta la guerra.