Xavier Rius Sant, El Triangle, 19 de noviembre de 2023
Con el permiso del PP van ya 17 días y otras tantas noches, de 
protestas de la derecha, la ultraderecha parlamentaria de Vox, y toda la
 macedonia extraparlamentaria de ultras, franquistas, falangistas, hooligans del fútbol, ultracatólicos y cayetanos varios, que salen a la calle contra la amnistía y el nuevo gobierno de Pedro Sánchez
 del PSOE y Sumar, investido gracias a los votos del PNV, Bildu, Junts y
 Esquerra. Protestas que se iniciaron ante la sede del PSOE en la calle 
Ferraz de Madrid y de otras ciudades de España, convocadas por una sigla
 de nuevo cuño, Revuelta, cercana a Vox, detrás de la cual estaba la 
asociación Herqles, nacida en Valladolid que agrupa a jóvenes 
ultraconservadores inconformistas. Por ello no fue de extrañar que en 
las primeras noches de protestas en Ferraz estuviera el vicepresidente 
de la Junta de Castilla León, Juan García Gallardo, 
miembro de Vox. Y fue García Gallardo quien hace unos días comenzó a 
difundir la nueva marca y lema que ha ganado peso en las protestas, 
“Noviembre Nacional”, asumido inmediatamente también por la ultraderecha
 extraparlamentaria o claramente fascista, cuyo símbolo es la bandera 
española con un escudo formado por dos NN sobrepuestas y una pequeña 
cruz, que recuerda mucho el símbolo Wolfsangel o gancho
 del lobo usado por grupos neonazis, también en España, que fue el 
símbolo de la Segunda Divisón de Panzers alemana o más recientemente 
del  batallón Azov ucraniano. 
 

Arriba "Noviembre Nacional". Debajo Gancho del Lobo o Wolfsangel
                                             
Neonazis el 12 de octubre de hace dos años en Barcelona
Unas protestas a las que se sumaron en 
Madrid los grupos ultracatólicos y toda la ultraderecha presente como La
 Falange, Democracia Nacional, Hacer Nación, España 2000, ultras del 
fútbol, etc, llevando bien la bandera  española con el escudo 
franquista, bien lo que denominan “banderas lisas”; es decir, sin el 
escudo constitucional. E hizo resucitar a grupos desaparecidos y a sus 
lideresas como Melisa Domínguez Ruiz, del ya inactivo Hogar Social Madrid, o a Isabel Medina Peralta,
 la de “el judío es el culpable” que hace dos años lideraba el 
desaparecido Bastión Frontal, grupo que reactivó su cuenta de Telegram, 
además de quienes lideraron hace unos años supuestos grupos vecinales 
bajo el nombre de “Madrid Seguro”. En otras ciudades como es el caso de 
Barcelona, el liderazgo ante la sede del PSC ha correspondido casi en 
exclusiva a Vox, con el concejal de Cubelles, Jorge Mena, llevando a diario el megáfono con el que se lanzan las consignas y cánticos, y el concejal de Sentmenat, Santi Acosta, hijo del diputado Manuel Acosta, el bombo que las acompaña.
Debe incluirse la participación y responsabilidad del PP en estas 
protestas, que en ocasiones acaban muchas noches con violencia o 
cortando autopistas sin autorización, como la del pasado sábado en 
Madrid, ya que fue José María Aznar quien exhortó a que quien pudiera “hacer algo” contra la amnistía, lo hiciera. Y fue la expresidenta de Madrid, Esperanza Aguirre,
 quien el 4 de noviembre, segundo día de protestas en Ferraz, tomó la 
iniciativa de cortar la calle pese a que no se había formalizado la 
petición ante la Delegación del Gobierno a tal efecto. Y grupos como 
Neos, la plataforma impulsada por ex dirigentes del PP como Jaime Mayor Oreja o María San Gil,
 han tenido un papel relevante apoyando tanto las concentraciones ante 
las sedes socialistas como las manifestaciones más multitudinarias. Núñez Feijóo y Mariano Rajoy
 han animado a continuar con esta movilización permanente y a participar
 tanto en las manifestaciones multitudinarias como la del pasado sábado 
en Madrid, como en las concentraciones de tarde y noche ante las sedes 
socialistas.
El sindicato vinculado a Vox, Solidaridad, ha convocado una huelga 
general para el próximo día 24, ante la que el PP no se ha posicionado 
que, sin lugar a dudas, quedará muy lejos de ser general más allá que en
 algunos barrios de Madrid algunos comercios bajen la persiana una rato y
 se boicoteen o suspendan las clases en algunas facultades. Para que una
 huelga tenga afectación se precisan piquetes con cara de pocos amigos a
 las cinco de la mañana en las cocheras del metro y autobuses de Madrid y
 Barcelona y en los accesos a Mercamadrid y Mercabarna. Y no parece 
probable que ni Vox ni la Falange ni los cayetanos de rosario 
sean capaces de ello. Pero parece seguro que, pese a que no puedan 
mantenerse las protestas diarias ante las sedes del PSOE, los próximos 
meses, sobretodo coincidiendo con los trámites parlamentarios la ley de 
amnistía, las protestas ante las sedes socialistas continuarán. Y que 
Vox y el PP, juntos o separados, impulsarán con asociaciones como las 
convocantes de la manifestación de pasado sábado en Madrid, nuevas 
movilizaciones los fines de semana. Pero ambos partidos, superados los 
reparos de manifestarse junto a la macedonia ultra, deben afinar la 
manera de gestionar dichas protestas. El PP a sabiendas que no habrá 
repetición electoral a corto plazo, debe afrontar los embates, 
desplantes y abrazos envenados de Isabel Díaz Ayuso a 
Feijóo, sabiendo que en las próximas generales Feijóo sólo podrá 
alcanzar la mayoría si es con Vox, si bien hay quienes piensan que si la
 candidata del PP a la Moncloa es Ayuso, la lideresa sí que podría 
alcanzarla por si sola.
Y por lo que respecta a Vox, afrontan una legislatura que en el 
Congreso serán irrelevantes ya que junto al PP no suman. Y al haber 
bajado de 52 a 33 diputados ni puede presentar mociones de censura como 
las dos que presentó la pasada legislatura, ni puede interponer recursos
 al Tribunal Constitucional. Por ello Vox necesita agitar la calle y 
liderar protestas. Unas protestas que han permitido resucitar a Ortega Smith
 encarándose a los antidisturbios a los que pretendía dar lecciones 
sobre la Ley Mordaza. Una ley con la que los antidisturbios a su juicio 
deben ser implacables con los independentistas, pero pasivos si quienes 
lanzan botellas defienden la unidad de España.
Ortega Smith fue cesado de Secretario General hace un año tras las 
críticas por la gestión de su mano derecha, el Vicesecretario de 
Organización Tomás Fernández Ríos quien, manu militari
 decapitaba grupos locales o provinciales y exigía la entrega de los 
fondos de los grupos parlamentarios autonómicos y grupos municipales a 
cuentas corrientes centralizadas en la sede nacional de Vox. Ignacio Garriga
 ascendió a la Secretaría General y Ortega fue nombrado Vicepresidente 
pero quedó excluido del Comité de Acción Política, órgano real de 
gobierno de Vox. Y pese a ser vicepresidente, la noche electoral del 23 
de julio no estuvo presente con la dirección en la comparecencia ante la
 prensa y la militancia. El pasado viernes en cambio, acudió a la calle 
Ferraz con el también diputado Tomás Fernández Ríos y el concejal de 
Madrid, Ignacio Ansaldo, ambos ex compañeros suyos de 
los boinas verdes de la mili, y pretendió aleccionar a los mandos de las
 Unidades de Intervención Policial que encapsulaban a los manifestantes 
que habían actuado con violencia, advirtiéndoles que si cargaban 
cometerían un delito de abuso de autoridad. Actuación de Ortega Smith 
que no ha sido censurada por Abascal y motivó comunicados de repulsa de los sindicatos policiales, también de los hasta anteayer cercanos a Vox.
                                     

 Ortega Smith el jueves por la noche advirtiendo a los antidisturbios de la UIP en la calel Ferraz de  Madrid        Leer en El Triangle en castellano     
Xavier Rius Sant, El Triangle, 19 de novembre de 2023 
Amb el permís del PP ja van 17 dies i nits de protestes de la dreta, 
la ultradreta parlamentària de Vox, i tota la macedònia 
extraparlamentària d’ultres, franquistes, falangistes, hooligans del futbol, ultracatòlics i caietans diversos, que surten a el carrer contra l’amnistia i el nou govern de Pedro Sánchez
 del PSOE i Sumar, investit gràcies als vots del PNB, Bildu, Junts i 
Esquerra. Protestes que es van iniciar davant la seu del PSOE al carrer 
Ferraz de Madrid i d’altres ciutats d’Espanya, convocades per una sigla 
de nova creació, Revuelta, propera a Vox, darrere de la qual hi ha 
l’associació Herqles, nascuda a Valladolid que agrupa joves 
ultraconservadors inconformistes. Per això no va ser estrany que a les 
primeres nits de protestes a Ferraz hi estigués el vicepresident de la 
Junta de Castella Lleó, Juan García Gallardo, membre de
 Vox. I va ser García Gallardo qui fa uns dies va començar a difondre la
 nova marca i lema que ha guanyat pes en les protestes, “Noviembre 
Nacional”, assumit immediatament també per la ultradreta 
extraparlamentària o clarament feixista, el símbol de la qual és la 
bandera espanyola amb un escut format per dues NN sobreposades i una 
petita creu, que recorda molt el símbol Wolfsangel o 
ganxo del llop usat per grups neonazis, també a Espanya, que va ser el 
símbol de la Segona Divisó de Panzers alemanya o més recentment del 
batalló Azov ucraïnès. Unes protestes a les quals es van sumar a Madrid 
els grups ultracatòlics i tota la ultradreta actual com La Falange, 
Democracia Nacional, Hacer Nación, España 2000, ultres del futbol, etc, 
portant bé la bandera espanyola amb l’escut franquista, bé el que 
anomenen “banderes llises”; és a dir, sense l’escut constitucional . I 
va fer ressuscitar grups desapareguts i les seves líders com Melisa Domínguez Ruiz, del ja inactiu Hogar Social Madrid, o Isabel Medina Peralta,
 la d’“el jueu és el culpable” que fa dos anys liderava el desaparegut 
Bastión Frontal, grup que va reactivar el seu compte de Telegram, a més 
dels que van liderar fa uns anys suposats grups veïnals sota el nom de 
“Madrid Seguro”. En altres ciutats com és el cas de Barcelona, el 
lideratge davant la seu del PSC ha correspost gairebé en exclusiva a 
Vox, amb el regidor de Cubelles, Jorge Mena, portant diàriament el megàfon amb què es llancen les consignes i càntics, i el regidor de Sentmenat, Santi Acosta, fill del diputat Manuel Acosta, el bombo que les acompanya.
S’ha d’incloure la participació i responsabilitat del PP en aquestes 
protestes, que de vegades acaben moltes nits amb violència o tallant 
autopistes sense autorització, com la de dissabte passat a Madrid, ja 
que va ser José María Aznar qui va exhortar que qui pogués “fer alguna cosa” contra l’amnistia, la fes. I va ser l’expresidenta de Madrid, Esperanza Aguirre,
 que el 4 de novembre, segon dia de protestes a Ferraz, va prendre la 
iniciativa de tallar el carrer malgrat que no s’havia formalitzat la 
petició davant de la Delegació del Govern a aquest efecte. I grups com 
Neos, la plataforma impulsada per exdirigents del PP com Jaime Mayor Oreja o María San Gil,
 han tingut un paper rellevant donant suport tant a les concentracions 
davant les seus socialistes com a les manifestacions més 
multitudinàries. Núñez Feijóo i Mariano Rajoy
 han animat a continuar amb aquesta mobilització permanent i a 
participar tant a les manifestacions multitudinàries com la de dissabte 
passat a Madrid, com a les concentracions de tarda i nit davant les seus
 socialistes.
El sindicat vinculat a Vox, Solidaridad, ha convocat una vaga general
 per al proper dia 24, front a la qual el PP no s’ha posicionat, que, 
sens dubte, quedarà molt lluny de ser general més enllà que en alguns 
barris de Madrid alguns comerçeos abaixin la persiana una estona i es 
suspenguin les classes en algunes facultats. Perquè una vaga tingui 
afectació calen piquets amb cara de pocs amics a les cinc del matí a les
 cotxeres del metro i autobusos de Madrid i Barcelona i als accessos a 
Mercamadrid i Mercabarna. I no sembla probable que ni Vox ni la Falange 
ni els cayetanos de rosari en siguin capaços. Però sembla segur
 que malgrat que no es puguin mantenir les protestes diàries davant les 
seus del PSOE, els propers mesos, sobretot coincidint amb els tràmits 
parlamentaris la llei d’amnistia, les protestes davant de les seus 
socialistes continuaran. I que Vox i el PP, junts o separats, impulsaran
 amb associacions com les convocants de la manifestació de dissabte 
passat a Madrid, noves mobilitzacions els caps de setmana. Però tots dos
 partits, superades les objeccions a manifestar-se al costat de la 
macedònia ultra, han d’afinar la manera de gestionar aquestes protestes.
 El PP sabent que no hi haurà repetició electoral a curt termini, ha 
d’afrontar els embats i abraçades enverinats d’Isabel Díaz Ayuso
 a Feijóo, sabent que en les properes generals Feijóo només podrà 
assolir la majoria si és amb Vox, si bé hi ha qui pensa que si la 
candidata del PP a la Moncloa és Ayuso, la lideresa sí que podria 
assolir-la per si sola.
I pel que fa a Vox, afronta una legislatura que al Congrés serà 
irrellevant ja que amb el PP no sumen. I en haver baixat de 52 a 33 
diputats, Vox ni pot presentar mocions de censura com les dues que va 
presentar la legislatura passada, ni pot interposar recursos al Tribunal
 Constitucional. Per això, Vox necessita agitar el carrer i liderar 
protestes. Unes protestes que han permès ressuscitar Ortega Smith
 encarant-se als antiavalots als quals pretenia donar lliçons sobre la 
Llei Mordassa. Una llei amb què els antiavalots al seu parer han de ser 
implacables amb els independentistes, però passius si els qui llancen 
ampolles són defensors de la unitat d’Espanya.
Ortega Smith va ser cessat de Secretari General fa un any després de 
les crítiques per la gestió de la seva mà dreta, el Vicesecretari 
d’Organització, Tomás Fernández Ríos, qui manu militari
 decapitava grups locals o provincials i exigia el lliurament dels fons 
dels grups parlamentaris autonòmics i grups municipals a comptes 
corrents centralitzats a la seu nacional de Vox. Ignacio Garriga
 va ascendir a la Secretaria General i Ortega va ser nomenat 
Vicepresident però va quedar exclòs del Comitè d’Acció Política, òrgan 
real de govern de Vox. I malgrat ser vicepresident, la nit electoral del
 23 de juliol no va ser present amb la direcció a la compareixença 
davant la premsa i la militància. Divendres passat en canvi, va anar al 
carrer Ferraz amb el també diputat Tomás Fernández Ríos i el regidor de 
Madrid, Ignacio Ansaldo, tots dos excompanys seus dels boines verdes de la mili,
 i va pretendre alliçonar els comandaments de les Unitats d’Intervenció 
Policial que encapsulaven els manifestants que havien actuat amb 
violència, i els advertia que si carregaven cometrien un delicte d’abús 
d’autoritat. Actuació d’Ortega Smith que no ha estat censurada per Abascal i va motivar comunicats de repulsa dels sindicats policials, també dels fins ahir propers a Vox.